El renovado crédito por las obras del hospital se aprueba con el voto del PP

El consistorio podrá pagar hasta 2025 los 34,9 millones que debe a los bancos pero tendrá que asumir ocho millones de intereses

19 mayo 2017 23:03 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:22
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El gobierno municipal aprobó ayer renovar el préstamo sindicado solicitado en 2010 para levantar el nuevo Hospital de Reus. Y lo hizo con el voto favorable de su anterior socios de gobierno que argumentó su decisión por «responsabilidad». Aún así, el portavoz del PP, Sebastià Domènech, criticó que el acuerdo con los bancos llegará a sólo cinco días del vencimiento del pago y sin que antes se hubieran tenido noticias al respecto. Esta situación también fue criticada por el resto de formaciones, las cuales se abstuvieron en la votación a excepción de la CUP que votó en contra. El portavoz del partido, David Vidal, tachó el proyecto de «especulación urbanística» y criticó el acuerdo con las entidades bancarias porque «en una situación límite no se podrían quedar nunca el dinero que la Generalitat da al hospital».
Cabe recordar que el crédito fue solicitado por el anterior gobierno tripartito con seis entidades bancarias (con el BBVA como banco agente) para financiar las obras del Hospital Sant Joan por valor de 64,9 millones de euros. Mientras que 30 millones de euros ya se están pagando con una amortización trimestral hasta el 2020, la cantidad restante (34,9 millones) tenía que abonarse íntegramente el próximo martes. En caso contrario, los bancos se quedarían con el dinero procedente del CatSalut. Esto es así porque se vinculó dicho crédito a la venta de los solares de Pich Aguilera, que nunca se han producido. La renegociación del préstamo sindicado no contempla la eliminación de la pignoración pero sí permite que los 34,9 millones los pague Reus Serveis Municipals hasta 2025. No obstante, a esta cantidad hay que sumar unos ocho millones de euros en intereses por el nuevo fraccionamiento. 
Este apartado del acuerdo fue, nuevamente, muy criticado por los socialistas por representar una nueva carga impositiva a los ciudadanos. «El objetivo del Ayuntamiento debe ser vender los activos que tenemos más allá de ponerlos en un catálogo», declaró el portavoz del PSC, Andreu Martín, quien también aseguró que el gobierno de Carles Pellicer se podría haber ahorrado mucho dinero, por ejemplo, contratando a menos asesores o no adquiriendo el Palauet. 
A pesar de su abstención, el discurso socialista fue respondido con contundencia por el concejal de Hisenda, Joaquim Enrech, quien recordó que la situación actual es fruto de sus pasadas decisiones. «Fueron ustedes los que firmaron el crédito, porque después de Franco han estado casi tantos años como él », sentenció sin dejar de mencionar que el objetivo «no es malvender, sino vender» activos como los solares municipales de Pich Aguilera. Pero aquí no acabó todo, ya que el concejal de Hisenda también recriminó un financiamiento de distintos créditos por valor de 88 millones de euros que el PSC hizo en 2003. «Estos créditos finalizaban en tres o cuatro años y optaron por refinanciarlos a 25 con un sobre coste de intereses de 15 millones de euros». En cuanto a las críticas del PP, Enrech reiteró que la negociación con los bancos se venía realizando con meses de antelación y coincidió con la CUP a la hora de tachar la vinculación de vasos comunicantes entre el hospital y los terrenos de PIch Aguilera de «especulación».
La abstención de Ara Reus se produjo porque el gobierno no aceptó su enmienda. Ésta, recordó su portavoz, Jordi Cervera, exigía que cualquier posible venta de activos municipales se destinara únicamente a reducir la deuda de los 34,9 millones  del crédito sindicado.  
Menciones honoríficas 
El pleno  también acordó conceder la Menció Honorífica Municipal a tres entidades de la ciudad. La primera fue la Germandat de Sant Isidre i Santa Llúcia en reconocimiento a su trayectoria cultural, religiosa y tradicional. En segundo lugar se concedió la distinción a la Fundació Bac d’Aliments de les Comarques de Tarragona en reconocimiento a su tarea voluntaria enfocada a mejorar la vida de los ciudadanos. Y por último, también se aprobó entregar la distinción al Servei Educatiu de Reus en reconocimiento a su función de apoyo y asesoramiento en el campo de la actividad pedagógica. 
El gobierno municipal ha aprobado este viernes renovar el préstamo sindicado solicitado en 2010 para levantar el nuevo Hospital de Reus. Y lo ha hecho con el voto favorable de su anterior socios de gobierno que ha argumentado su decisión por «responsabilidad». Aún así, el portavoz del PP, Sebastià Domènech, ha criticado que el acuerdo con los bancos llegará a sólo cinco días del vencimiento del pago y sin que antes se hubieran tenido noticias al respecto. Esta situación también ha sido criticada por el resto de formaciones, las cuales se han abstenido en la votación a excepción de la CUP que ha votado en contra. El portavoz del partido, David Vidal, ha tachado el proyecto de «especulación urbanística» y ha criticado el acuerdo con las entidades bancarias porque «en una situación límite no se podrían quedar nunca el dinero que la Generalitat da al hospital».

Cabe recordar que el crédito fue solicitado por el anterior gobierno tripartito con seis entidades bancarias (con el BBVA como banco agente) para financiar las obras del Hospital Sant Joan por valor de 64,9 millones de euros. Mientras que 30 millones de euros ya se están pagando con una amortización trimestral hasta el 2020, la cantidad restante (34,9 millones) tenía que abonarse íntegramente el próximo martes. En caso contrario, los bancos se quedarían con el dinero procedente del CatSalut. Esto es así porque se vinculó dicho crédito a la venta de los solares de Pich Aguilera, que nunca se han producido. La renegociación del préstamo sindicado no contempla la eliminación de la pignoración pero sí permite que los 34,9 millones los pague Reus Serveis Municipals hasta 2025. No obstante, a esta cantidad hay que sumar unos ocho millones de euros en intereses por el nuevo fraccionamiento. 

Este apartado del acuerdo ha sido, nuevamente, muy criticado por los socialistas por representar una nueva carga impositiva a los ciudadanos. «El objetivo del Ayuntamiento debe ser vender los activos que tenemos más allá de ponerlos en un catálogo», ha declarado el portavoz del PSC, Andreu Martín, quien también ha asegurado que el gobierno de Carles Pellicer se podría haber ahorrado mucho dinero, por ejemplo, contratando a menos asesores o no adquiriendo el Palauet. 

A pesar de su abstención, el discurso socialista ha sido respondido con contundencia por el concejal de Hisenda, Joaquim Enrech, quien ha recordado que la situación actual es fruto de sus pasadas decisiones. «Fueron ustedes los que firmaron el crédito, porque después de Franco han estado casi tantos años como él », ha sentenciado sin dejar de mencionar que el objetivo «no es malvender, sino vender» activos como los solares municipales de Pich Aguilera. Pero aquí no ha acabado todo, ya que el concejal de Hisenda también ha recriminado un financiamiento de distintos créditos por valor de 88 millones de euros que el PSC hizo en 2003. «Estos créditos finalizaban en tres o cuatro años y optaron por refinanciarlos a 25 con un sobre coste de intereses de 15 millones de euros». En cuanto a las críticas del PP, Enrech reiteró que la negociación con los bancos se venía realizando con meses de antelación y coincidió con la CUP a la hora de tachar la vinculación de vasos comunicantes entre el hospital y los terrenos de PIch Aguilera de «especulación».

La abstención de Ara Reus se ha producido porque el gobierno no aceptó su enmienda. Ésta, ha recordado su portavoz, Jordi Cervera, exigía que cualquier posible venta de activos municipales se destinara únicamente a reducir la deuda de los 34,9 millones del crédito sindicado.  

Menciones honoríficas 

El pleno  también ha acordado conceder la Menció Honorífica Municipal a tres entidades de la ciudad. La primera fue la Germandat de Sant Isidre i Santa Llúcia en reconocimiento a su trayectoria cultural, religiosa y tradicional. En segundo lugar se ha concedido la distinción a la Fundació Bac d’Aliments de les Comarques de Tarragona por su tarea voluntaria enfocada a mejorar la vida de los ciudadanos. Y por último, también se ha aprobado entregar la distinción al Servei Educatiu de Reus en reconocimiento a su función de apoyo y asesoramiento en el campo de la actividad pedagógica. 

 

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