El sueño americano de Lucas Garrido

Con 13 años, la vida de Lucas Garrido (Reus, 1993) transitaba en las cabinas musicales de discotecas de moda debido a su gran pasión por los platos y el arte del DJ. De muy joven encontró un lugar en clubs de referencia de la época en la costa o en Reus como Flash Back y Noovo. Soñaba en convertirse en un DJ con recorrido dentro del panorama estatal. La música no sólo se había convertido en una pasión vital, también en una forma de integrarse al mundo laboral. Incluso, la puerta hacia la fotografía.

Una compañera de trabajo, encargada de captar las imágenes más fiesteras en el local nocturno, le invitó a probar con una cámara en tiempo de ocio. Fue como un amor de flechazo para Lucas, porque aquella tarde que invirtió como prueba fotográfica le indicó un nuevo camino. Casi a los 17 años. Cambió los platos por el click. La faceta artística la lleva de serie. Casi desde la cuna. 

Este joven, criado en el barrio reusense de Marià Fortuny, cursó sus estudios iniciales en el Reus III antes de mudarse a Barcelona con apenas 17 años. No esperó ni a cumplir la mayoría de edad. Le surgió la oportunidad de probarse en prácticas en una productora y ese cobijo le ha permitido hacerse en un hueco en el mundillo de las campañas para marcas. Durante cinco años se inundó de aprendizaje en rodajes y sets hasta que le animaron a dar el paso. El sueño americano no significaba una quimera, todo lo contrario. Le convencieron para derribar la puerta de la Gran Manzana y ha conseguido posicionarse en un mercado tan complejo como el de EE.UU. Acumula tres años residiendo en Nueva York, en el barrio de Brooklyn, aunque su estado vital es en viaje continuo. «De esos tres años, se puede decir que estoy haciendo rutina en Nueva York en los últimos dos o tres meses. No he parado de ir de un lado hacia otro por el trabajo», reconoce. 

Desde que su madre le regaló la primera Reflex, el equipo fotográfico le acompaña a cualquier rincón del mundo. Esta misma semana ha recibido un encargo laboral en Los Ángeles, donde se ha quedado tres días para completar su ocupación. En la actualidad, Garrido realiza funciones como freelance para marcas como Nike, Cocacola, Gilette, Louis Vuitton o Burberry y su lugar de influencia no solamente se encuentra en Estados Unidos. Europa o cualquier continente que requiera de sus servicios dispone de las puertas abiertas. «Cuando vengo a Europa aprovecho para hacer una paradita un poco más amplia y visitar a la familia o amigos», refleja.

El visado y el famoso actor

Para poder ejercer en USA, Lucas dispone del Visado como Freelance, un documento que le ha abierto la mente del país, en el que no resulta demasiado sencillo acceder a nivel laboral. Ese documento también le ha generado algún que otro problemilla en el control de pasaportes. El nombre del sponsor de su Visado es el mismo que el de un famoso actor fallecido hace unos años y un encargado de seguridad, con el que ha coincidido varias veces, todavía no le ha identificado. No suele acordarse de él. «¿Tu sponsor no es ese famoso actor que falleció? Si es así, tu visado no es válido», le sentencia. 

En la última vez que se encontraron, el reusense se adelantó a los acontecimientos. «Mi sponsor no es el actor que falleció», la cara de terror del agente al creer que le había leído la mente, resultó memorable. 

La adaptación del fotógrafo a la cultura y las costumbres de Nueva York sigue en camino de la normalidad. «En esta ciudad tienes de todo a todas horas, vive mucha gente de todos los rincones del mundo. Quizás aquí la gente va mucho a su ritmo y cuesta un poco más hacer amistades más profundas, pero te acostumbras», comenta.

Lucas Garrido dispone de una herramienta digital propia donde exhibe parte de su trabajo. Se trata de una página web muy adaptada a los tiempos actuales en la que se intuye un talento natural del buen gusto. A través de sus redes sociales personales contacta con la actualidad y la inmediatez. Se expresa mediante imágenes que transmiten y que reflejan además su actual presente. 

Este artista vocacional ha precisado añadir el vídeo a sus encargos, una adaptación a las nuevas peticiones de las marcas que ha enriquecido el trayecto. El sueño americano de Lucas Garrido no sólo era una pellizco de curiosidad, hoy está más vivo que nunca.