«El urbanismo comercial debe traer nuevas marcas»

Entrevista. Carles Pellicer, alcalde de Reus. El gobierno diseña desde el Raval de Santa Anna su ciudad «amable, sostenible y sin emisiones» y trabaja su atractivo tras la marcha de cadenas. Multará el incivismo con la basura y quiere videovigilarlo

18 diciembre 2021 20:50 | Actualizado a 20 diciembre 2021 06:00
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El miércoles hizo su balance de dos años y medio de mandato y se refirió a una cita reciente con Adif.

Nos reunimos para cerrar el tema de Bellissens y en 2025 entrará en funcionamiento la estación. Tendrá un paso subterráneo para personas porque no se entendería no conectar la universidad y el hospital con el resto de la ciudad. El convenio fija un presupuesto de 10,73 millones para la estación y la redacción de los proyectos está en marcha. También se mejorará el puente del barrio Gaudí y será como nuevo.

Bellissens será un polo importante.

Con la estación de Bellissens nos crecerá una nueva ciudad hacia el sur que será moderna y con nuevos barrios.

¿Y el Aeropuerto? Es su segundo invierno sin vuelos.

No funcionará al 100% hasta que haya una estación. Donde sea, lo más cerca posible, pero ya. La entelequia que se llama Madrid parece haber entendido que la zona metropolitana en que Reus tiene un papel predominante necesita una estación que dé servicio al Aeropuerto. Si no hay masa, solo habrá chárters en verano. Necesitamos público y eso es media hora entre Barcelona y Reus. Somos una ciudad que ya ha desestacionalizado su turismo y es potente. Nos encargaremos de que cada persona que llegue en tren venga a Reus.

¿Qué resultados está dando la peatonalización del Raval de Santa Anna?

Va muy bien. Poco a poco coge su soltura. La gente está tomando la actitud de que es para pasear, como Llovera y Monterols. El proyecto está al 40% y después de Reyes se retomará la obra. Falta el suelo, el mobiliario. Pero se evidencia el eslógan ‘El arte de comprar paseando’. Es un ejemplo de lo que será Reus.

Algunos vecinos apuntan problemas de movilidad.

Lo entiendo y pedimos disculpas por lo que pueda afectar la obra. Pero esta zona tendrá bolardos, mandos o lectores, y se solucionará el tema. Los cambios comportan situaciones nuevas, pero se normalizan. Esto ha pasado con el cierre del Raval. Después vendrá la segunda fase, hasta la plaza Catalunya. Y luego, la de Salvador Espriu a La Amargura.

Y en la plaza Prim, ¿se intervendrá?

Eso será en el próximo mandato y tocará pensar en ello. Yo lo tengo en la cabeza y va en la línea de la ciudad amable, sostenible y de emisiones cero. El comercio necesita también eso. Fíjese en las calles estos días: están llenas de gente que pasea y si hubiese coches no podríamos pasear.

Hablando de comercio, Zara cerrará pronto en La Fira y dejará Reus, y Cortefiel e Inditex se van del centro. ¿Está haciendo algo mal la ciudad?

No. Eso pasa en todos lados. No es un tema de Reus sino de estrategias de grandes marcas. La pandemia ha influido en el comercio ‘online’ y, como Ayuntamiento, no puedo incidir en estas estrategias. Tenemos que hacer la ciudad atractiva con el urbanismo comercial para que si se van unas marcas vengan otras. Pero es una rotación que no puedo forzar. No puedo decir a Zara que no se marche. Pienso que tenemos un comercio suficientemente potente para mantener la posición de ciudad comercial. Es evidente que en los ochenta era una cosa y en 2022 es otra, pero debemos ser capaces de asimilar cambios y aprovechar oportunidades.

¿Cómo ve la situación del Centre Comercial?

También es un ámbito privado y ellos deciden. Nosotros no ponemos los alquileres de La Fira ni de ningún sitio. Fue un proyecto del anterior gobierno, no de los míos. Yo no voté a favor porque consideré que no era el sitio. Se acabaron las obras en mi mandato, pero eso ya estaba.

Anunció una piscina cubierta municipal. ¿En qué punto está? Los clubes la rechazan.

El contrato de obras está en licitación. Es una demanda de la ciudadanía y es el único municipio de cierta medida sin ella. Puede tenerla y muchos la quieren. Los clubes saben que hay ayudas y no podemos dejar de tener una piscina pública porque tengamos unos clubes, que hacen un trabajo bueno pero son privados. Hay necesidad, espacio, posibilidad y vamos con ello. Es público-privada, la fórmula que se usa en todos lados, pero es pública.

¿Es el momento?

El momento es el que es y la capacidad financiera del Ayuntamiento es buena. Hemos hecho los deberes. Tenemos una deuda mínima, invertiremos 72 millones en cuatro años y eso es el fruto de la muy buena planificación. Quien esté en el próximo mandato tendrá esta tranquilidad para gobernar. Yo no la tuve.

¿El Pla d’Acció Municipal (PAM) se ejecutará íntegro? Contiene unas 540 acciones.

Sí. Puede ser que a algo no lleguemos pero, en principio, prácticamente todo sí se hará. Está programado así.

Si la situación financiera es muy buena, si hay fondos, ¿por qué suben impuestos?

Hemos subido el IPC. Mire, porque durante siete años no se subieron nada y llegó un momento en que hubo que hacerlo. Si no, ¿cómo mantenemos los servicios? Cuando no los subíamos, nadie nos dijo ‘¡qué bien!’. Si tuviésemos que subir todo lo que no subimos en ese tiempo, seguramente sería más del 9,5% que hicimos. Y este año hemos actualizado el IPC para no encontrarnos en situaciones de desajuste, por ejemplo, con los contratos. Subir el IPC es como congelar.

Es por los servicios.

La ciudadanía pide servicios y eso tiene unos costes. Además, hay que invertir, no podemos quedarnos atrás. E invertimos porque la ciudadanía lo pide. No hacemos un nuevo Centre Cívic Gregal, una piscina, un skatepark o arreglamos la Boca de la Mina porque sí. Tampoco vino porque sí un Pla de Reactivació ante una pandemia y que puso a disposición de la población casi 10 millones con recursos propios. Sin impuestos, no puede haber servicios buenos.

La contrata de la limpieza, Reus Net, ya está en marcha. ¿Qué debería esperar la ciudadanía de ella?

Yo les pido un poco de paciencia. El contrato ya está activo y es el más grande del Ayuntamiento con un presupuesto de más de 100 millones. Llegarán 104 vehículos, pronto presentaremos los primeros pero hay un desfase por el problema de las piezas que hace que tarden en venir y eso va en detrimento de un mejor servicio. Estamos aportando todo lo que se puede. Pasaremos de unos 1.800 a 2.100 contenedores, más grandes, con islas completas y nuevas islas. También pido a la gente que sea cívica.

¿Hay un problema de incivismo?

Sí, y hay que reconducirlo. Ahora empezaremos una campaña de civismo y de sancionar a quienes no pongan la basura en los contenedores. La gente incívica daña la imagen de la ciudad al no cumplir con su deber. No podemos tener un policía en cada isla, pero no descartamos poner algunas cámaras que puedan ir vigilando las diferentes islas.

Un servicio que perdió el barrio Gaudí es el consultorio médico, gestionado por Salut y cerrado desde hace 21 meses. ¿Abrirá?

Lo estamos trabajando con el Departament. Espero que se pueda abrir. Confío en que abrirá. Confío en que Salut tendrá la suficiente sensibilidad para que el consultorio esté abierto y le pido públicamente que la tenga.

¿Y si no es así?

Yo le digo que confío.

Aunque ahora lo pilota la Generalitat, el Ayuntamiento se comprometió a que al traspaso del hospital no recortaría derechos a sus trabajadores y finalmente se ven negociando para evitarlos.

Tienen que hablarlo con Salut. No corresponde a nuestra competencia.

La promesa pública también era del gobierno de Reus.

Sí, entendiendo que la Generalitat asumirá sus obligaciones. Y estoy seguro de que lo hará. Y los trabajadores también harán bien en reclamar si no es así. Entiendo que reclamen y el Departament debe ser responsable.

¿Traspasar el hospital fue buena idea?

Por supuesto. Y necesaria.

En su último balance apuntó novedades para la Boca de la Mina.

En primavera inauguraremos el Parc de les Olors y el Parc Agrari. Pero a mí me gustaría pensar en otros terrenos alrededor y ya veremos, porque hay posibilidades de ampliación. Es una zona bonita donde hay espacios municipales que se podrían sumar.

Levantarán el Centre Cívic Gregal donde hoy están los pasos de Semana Santa, que van a una nave pero quieren un centro de interpretación.

Ya están a punto de firmarse los convenios para que puedan ir a la nueva nave, impecable, con garantías de seguridad, servicios y espacios, en el polígono. Todo no puede ser. Ahora se hace una mejora importante de la ubicación de los pasos y les agradezco a las cofradías que lo hayan entendido. En Tarragona los ponen en las iglesias. En Reus sigo con la situación que había y la nave es magnífica.

En 2022, Reus superará la veintena de zonas videovigiladas. ¿Es útil este sistema?

Sí, vamos ampliando. Y sí, funciona porque la Guàrdia Urbana está con ello.

Varias zonas se quejan de que nadie las mira.

Eso no es verdad. Para eso hay un centro de control y por eso poner una cámara lleva todo un proceso que no es fácil. Tampoco queremos hacer de Reus un Gran Hermano. Se trata de poner cámaras donde toca, en puntos donde hay gran incivismo o situaciones complejas, y no en todas partes donde se piden porque invadiríamos la vida privada.

Usted está ahora en plenas Convivències y recorre a diario los barrios. ¿Qué planes tiene para ellos?

La ciudad debe ser equilibrada en servicios y estamos haciendo una atomización de los equipamientos. Hemos inaugurado dos ‘polilleugers’ y programamos el nuevo de la Escola Marià Fortuny. La prioridad es el mantenimiento y tendremos que ponernos con el Plan de Aceras en el próximo mandato. Acabaremos la de la carretera de Salou hacia Montserrat y Mare Molas necesita una avenida nueva. Mi objetivo es la presencia y es hablar con las asociaciones de vecinos que lo conocen todo. No hay barrios y ciudad, es un todo.

¿Y por qué denuncian agravios respecto al centro?

¿Qué es el centro? Todo es el centro. Eso es un poco un tópico. Hay barrios que están muy bien y en otros faltan mejoras, pero la ciudad es grande y las vamos haciendo. Todo es Reus.

El juez de Innova ha archivado cuatro piezas y la CUP lamenta la «pasividad» del alcalde.

Nunca comento temas judiciales. Si algún día debo hacerlo en relación a la CUP, cosa que no descarto, ya lo haré. Me reservo mi opinión para su momento. Todo tiene su momento.

JxCAT en Reus publicó el jueves una carta de opinión encaminándose a las elecciones. ¿La leyó?

Sí. Es normal que salgan estos artículos. Los partidos tienen que marcar su perfil y es normal que lo hagan y que quieran presentarse a las elecciones. Por eso, Junts per Reus explicó el miércoles que es una suma de opciones políticas, PDeCAT y Junts, y es una buena marca.

No le sorprende.

Bueno, es que tienen que marcar su perfil. Junts es un partido importante y que tiene que posicionarse en el mapa político. A partir de aquí, hay aspectos relevantes como Junts per Reus que ha tenido y tiene sus éxitos y, por lo tanto, bajo esta marca cabe absolutamente todo el mundo.

Pero JxCAT habla de concurrir en 2023 con sus «propias siglas».

Es evidente que Junts per Reus es una buena marca y Junts marca su perfil. No le doy más importancia que esta. Entra dentro de lo que es un partido político como Junts que tiene su importancia y veremos cómo se desarrolla todo.

¿Y eso, a usted, en qué posición le coloca?

En la de alcalde, que es lo que soy. No hay ningún problema. Aún queda un año y medio, las decisiones ya están tomadas y, cuando toque, las anunciaremos. Pero no es el momento. El del miércoles fue un acto potente que consistió en explicar que hay un grupo municipal que es Junts per Reus, en el cual están PDeCAT y Junts, que gobiernan la ciudad muy bien y que tienen la confianza de la ciudadanía. Junts per Reus es una marca relevante para Reus, y abarca y abandera muchas afinidades que pueden hacer y harán que siga gobernando la ciudad, que es lo más importante.

¿El grupo municipal acabará el mandato intacto?

Claro.

¿No hay ninguna duda?

No, no hay ninguna. Junts per Reus suma. ¿El grupo sigue aquí? Sigue. ¿Está cohesionado? Mucho. ¿Tiene algún problema? Ninguno. ¿Cuál es la decisión que se tomará en los próximos meses? Ya vendrá. ¿Qué hará el alcalde? Ya lo veremos.

¿Por qué no quiere aclarar si volverá a presentarse?

¿Y por qué tengo que aclararlo? Si aún soy alcalde.

Porque el tiempo pasa.

Pasa, pero no se acaba. Si el tiempo, el tiempo político, se acabase, quizá correría, pero aún queda y no estoy preocupado. Y a la vez debo decir que, por mí, ya está todo planificado. Lo tengo claro. Pero no es el momento. Ahora soy alcalde y luego ya hablaremos. ¿Alguna formación ha anunciado su candidato? Tampoco tengo por qué ser el primero ni hacer nada en función de otros.

Usted es el alcalde.

Lo soy ahora, sí. Y el anuncio de si soy alcaldable ya se hará cuando toque.

Màrius Pàmies releva a Marc Just como jefe de Gabinete.

Just ha sido muy bueno y debe hacer su camino. Creó escuela y no habrá cambios.

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