El vermut: el nuevo oro negro en Reus

El vermut se ha convertido en los últimos años en la principal herramienta de promoción de la ciudad. Su historia y potencial permite relacionarlo con los otros motores turísticos de la ciudad: el Modernismo y Gaudí y la cultura

08 diciembre 2018 10:05 | Actualizado a 08 diciembre 2018 10:22
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Reus mantiene, desde hace más de un siglo, una estrecha relación de amor con el vermut. Dicha relación se ha intensificado en los últimos años por la notoriedad que este brebaje ha recuperado, sobre todo entre la población más joven y en las grandes ciudades catalanas y españolas. 

De hecho, el vermut ha conseguido transformarse y dejar de ser, al uso, un simple aperitivo, para convertirse en un perfecto maridaje para meriendas y un sólido producto de consumo nocturno. No en vano, en el País Vasco, las tradicionales barras de pinchos, a partir de determinada hora, se transforman en maravillosas coctelerías donde encontrar productos tan sabrosos como extraños. 

En Reus a muchos les extraña esta nueva realidad del vermut, pues siempre ha sido considerado como un producto versátil. Aunque en las terrazas de la ciudad suele consumirse de la forma tradicional -los domingos antes de comer y acompañado de patatas, aceitunas y otras tapas- ya hay quien lo utiliza para acompañar o como complemento a un tentempié basado en chocolate o en foie gras. 

Una nueva tendencia al alza a la que la ciudad no ha querido renunciar. De hecho, según cuenta Montserrat Caelles, concejal de Projecció de Ciutat y presidenta de la Agència Reus Promoció, dice que «hace años que vimos que había una oportunidad con un producto que es del territorio y que, además, se está convirtiendo en una nueva moda». Caelles cuenta que las nuevas tendencias de consumo de vermut entre la gente joven «han nacido como una voluntad de recuperar aquello antiguo, lo vintage, más que como una estrategia de marketing de los productores», que considera que «aunque el vermut era un producto con salida comercial quizás no eran conscientes de su gran potencial». 

De hecho, la concejal cuenta que, aunque el auge del vermut en Barcelona y en otras grandes ciudades de Catalunya se ha registrado notablemente durante los últimos años, «en el resto de España nunca ha dejado de tener valor el vermut de Reus y continúa siendo un referente que da calidad al producto sólo por proceder de donde procede». 
Un curioso caso que explica dicha afirmación es una carta, documentada, en la que los territorios franquistas al final de la Guerra Civil española piden el envío de remesas de vermut una vez la ciudad de Reus ha sido ocupada por los ejércitos de Franco el 15 de enero de 1939. 

‘Reus, capital del vermut’
La enorme influencia del vermut a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, fue parte de la eclosión comercial, económica y cultural, junto a otros muchos factores. 

El vermut es el producto que ha perdurado en el tiempo, gracias al reconocimiento alcanzado, pero que compartió con los otros productos alcohólicos que dieron a la ciudad la fama que culmina en una sentencia para muchos conocida: Reus, París y Londres. 
Montserrat Caelles asegura que «vimos que el vermut era una buena excusa para poder hablar de todo un relato que vincula el nombre de Reus con la cultura, el patrimonio y hasta Gaudí». 

De hecho, el vermut convivió «con un importante crecimiento del sector agroalimentario que condujo, en parte, a la máxima eclosión de la ciudad». Una ciudad que empezó a contar con «grandes empresarios que dieron un impulso económico a la ciudad que, a su vez, dio pie al modernismo y al importante patrimonio de la ciudad».

De esta forma, la Agència Reus Promoció ha tejido un importante relato que vincula el vermut con todo lo que puede visitarse en la ciudad y todo aquello que puede gozarse. «Apostamos de forma clara y acertada por la marca Vermut de Reus para poner en valor a las empresas de la ciudad y las marcas que comercializan el producto. No se puede hacer sólo des de la administración sino que hay que ir de la mano del sector y de la estrategia histórica, cultural y turística de la ciudad», asegura Caelles. 

El interés del mercado
Según la Agència Reus Promoció, en las reuniones concertadas periódicamente con el sector hotelero de la ciudad, se comprobó que había un interés por parte del turista de realizar actividades alrededor del vermut de Reus como complemento a la oferta tradicional. 
El interés coincide con el auge del consumo del vermut y se empezó a trabajar en la configuración de un catálogo de productos turísticos con el sector productivo. 

La creación de dichos paquetes se planificó con la participación de las empresas productoras que fabrican ocho marcas distintas de vermut de Reus: Cori, Iris, Miró, Rofes, Yzaguirre, Fot-li, Olave y Or del Camp. 

El proyecto se financió con la tasa turística y permitió la creación de un producto turístico único en todo el estado. El principal objetivo de la Agència Reus Promoció era alargar la visita de los turistas en la ciudad, pero el éxito del paquete va ligado a la oferta gastronómica, al trabajo de los productores y, evidentemente, a la existencia de un Museu del Vermut en la ciudad. 

La promoción que se ejerce desde la agencia municipal ha ido ligada firmemente a dicho producto turístico. De hecho, en los últimos meses, la marca Vermut de Reus ha sido publicitada en varios acontecimientos promocionales en mercados cercanos, como el aragonés. Pero también se ha colado el discurso del vermut de Reus en la revista de viaje de la compañía aérea Norwegian, que este pasado verano ha empezado a operar vuelos a Reus. 

El valor de los productores
El director general de Vermuts Miró, Carles Prats, asegura que «la campaña de modernismo y vermut, sumado a otros elementos patrimoniales, nos ayuda a todos a hacer difusión». Considera que «Reus tiene potencialidades para ser capital». 
Para Prats, el boom del vermut responde a un auge de las terrazas y a un público joven que «se levanta temprano los fines de semana para ir de excursión, practicar deporte o realizar actividades sociales». Un público que, antes de comer «se sienta en una terraza a hacer el vermut». 

Salvador Rofes, de Vermut Rofes, explica que «la promoción del producto se nota en el sector, en nuestro caso, también en el ámbito de la restauración». «Los visitantes vienen y se interesan por el vermut. Es lo que buscan y es lo que luego explican cuando regresan a casa».  

Hace dos semanas que diez touroperadores americanos visitaron la ciudad para conocer el producto. De hecho, los prescriptores americanos están interesados en conocer la cultura del vermut de los países mediterráneos. 

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