Un conductor de Reus circuló hace unos días con una tasa de alcohol tan alta que terminó desplomándose fuera del coche cuando la Guàrdia Urbana de Reus le sometía a la prueba del alcoholímetro.
El conductor circulaba por la avenida Països Catalans de la capital del Baix Camp cuando estuvo apunto de arrollar a un vehículo logotipado de la Guàrdia Urbana que iba de camino al barrio Immaculada por un tema de ruidos.
La patrulla paró el coche y pidió la documentación del conductor, que dado su aparente estado de embriaguez fue sometido a la prueba del etilómetro. La primera medida superó quintuplicar la tasa máxima permitida por ley, que es de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado (mg/l).
Antes de proceder a una segunda medida, el hombre, fuera del coche se desplomó sobre sus rodillas y luego se golpeó la cara contra el asfalto, abriéndose una ceja.
La Guàrdia Urbana solicitó una ambulancia ante el estado etílico del conductor y éste terminó en el hospital Sant Joan de Reus. Una grúa se llevo el coche hasta el depósito de la Guàrdia Urbana.
En urgencias del hospital, se atendió al paciente y se le practicó una prueba de alcohol en sangre. Los resultados equivaldrían a siete veces por encima de los valores que permite la ley.
La Guàrdia Urbana tuvo que esperar a que la medicación dada en el hospital rebajara el alcohol en la sangre para poder dejar al conductor la citación del juicio.