Empieza la instalación de cámaras en Reus ante la desconfianza de algunos vecinos

El despliegue ya se está realizando en la calle de la Sardana, zona en la que se producen peleas

20 agosto 2020 18:40 | Actualizado a 25 agosto 2020 08:07
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Las reivindicadas cámaras de videovigilancia en la calle de la Sardana de Reus han empezado a instalarse. «Se pondrán en funcionamiento tan pronto como sea posible», detallan fuentes municipales, que prefieren no desvelar cuándo será. De momento, ya hay un dispositivo instalado en plena calle de la Sardana. Por otro lado, en la esquina que da con la calle Comte de Reus, los operarios han empezado a trabajar y sólo falta colocar la cámara.

«Creo que harán su efecto y que ayudarán a disuadir las peleas. Entiendo que el Ayuntamiento ha hecho un estudio a fondo y que si las instalan es porque lo creen necesario», opina el presidente de la Associació de Veïns Horts de Simó, Gustau Duran. Recuerda que hace años que el barrio pedía que se instalaran las cámaras, aunque han pasado por delante otras zonas de Reus, que hace ya algún tiempo que disponen de estos dispositivos, como son el caso de Mas Abelló o el Carme. A pesar de todo, desde la asociación vecinal se muestran, ahora, satisfechos de que, finalmente, hayan empezado los trabajos. En realidad, las cámaras tendrían que estar ya funcionando, según las previsiones iniciales, «pero con la pandemia del Covid-19, todo se ha atrasado. Entiendo que la prioridad sea la situación sanitaria», admite Duran.

No obstante, no todos los vecinos se muestran tan esperanzados. «Quizás sirven para algo, pero creo que llegan tarde y, por otro lado, necesitamos acciones más contundentes para solucionar realmente los problemas que tenemos en el barrio», explica un vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato y que cree que «ponen ahora las cámaras para que no nos quejemos más».

Otra vecina de la zona se muestra también desconfiada. «Primero, que las instalen y que empiecen a funcionar», esgrime, a la vez que recuerda las constantes peleas que se viven en la calle de la Sardana, la zona más conflictiva. «En junio, tras diversos disturbios, hubo presencia policial durante todo el día. Los ánimos se calmaron, pero sólo fue durante unos pocos días. Después, las medidas se relajaron y está todo como siempre», exclama.

En este extremo, el presidente de la asociación vecinal, Gustau Duran, admite que justo después del confinamiento hubo un repunte de incidentes, «pero ahora está todo más tranquilo». Con lo que coincide Duran es que las cámaras de videovigilancia no lo solucionarán todo, y que la mejor opción es complementarlo con una mayor presencia policial. «A la gente le da seguridad ver que los agentes patrullan por el barrio. Es necesario, aunque es también evidente que no pueden estar 24 horas en el barrio. Reus es muy grande y hay más barrios», recuerda Gustau Duran.

En la calle de la Sardana, dos trabajadores de un local cercano a la zona creen que es necesario que se tomen cartas en el asunto. «Justo hace tres semanas, un hombre iba con un cúter en la mano y se quería autolesionar. Cada día hay problemas, y es una lástima. Es una zona muy familiar, con un parque lleno de niños, y que se produzcan este tipo de altercados es penoso», opinan. No ven las cámaras como la solución definitiva, «pero quizás sí que al menos se lo piensan dos veces».

Más de 25.000 euros

La instalación de estas dos cámaras de seguridad en la calle de la Sardana forma parte de la segunda fase del plan de videovigilancia del Ayuntamiento de Reus. En esta fase, en total se desplegarán cuatro dispositivos en tres zonas distintas de la ciudad: dos de ellas son las del barrio Horts de Simó; una tercera cámara se ubicará en la plaza de Teresa Miquel Pàmies (barrio de la Muralla); y una cuarta en la calle de Pròsper de Bofarull. Además, se adquirirá una unidad móvil autónoma de videovigilancia itinerante. Cada dispositivo cubrirá una distancia máxima de 100 metros, a excepción de la unidad móvil, que será de al menos 10 metros. El suministro e instalación de esta nueva fase del plan tiene un importe de 25.019,02 euros.

Estas cámaras se sumarán a las ya instaladas en Mas Abelló y el eje calle del Vent y Jesús. Todavía quedarán pendiente de instalar dispositivos de vigilancia en la plaza Cultura de la Pau, plaza de Anton Borrell y calle de Llorenç Milans del Bosch.

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