Esterilizan más de un millar de gatos en ocho años para controlar su población en Reus

El Projecte Gat también se encarga de alimentar y cuidar a los felinos, que viven repartidos en unas 80 colonias

30 abril 2019 08:05 | Actualizado a 14 mayo 2019 09:26
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En Reus hay un total de 82 colonias de gatos localizadas. De estas, 16 todavía no están controladas; se les considera ‘controladas’ cuando todas las hembras que viven en una misma zona están esterilizadas y todos o la mayoría de los machos también lo están. Son datos facilitados por el Refugi Baix Camp, la asociación responsable del Projecte Gat que coordina con la colaboración económica del Ayuntamiento. Cabe mencionar que una ‘colonia’ puede estar formada tanto por 30 gatos como por cuatro.

Desde que empezó la actuación para controlar la población felina en la ciudad, en 2011, se han realizado un total de 1.174 esterilizaciones, se han localizado 82 colonias y se han recogido y dado en adopción unos 240 cachorros de gato. El proyecto cuenta actualmente con más de 130 voluntarios que se encargan de cuidar los grupos ubicados en distintas zonas de la ciudad. Los alimentadores tienen un carnet que los identifica pero el consistorio no ha expedido ninguno desde 2017, hecho que complica el trabajo de estas personas, a veces increpadas por ciudadanos que desconocen el Projecte Gat.

En cuanto al año pasado, en 2018 se han esterilizado 184 felinos; 67 machos y 117 hembras. Los gastos que todo ello conlleva deberían cubrirse con el presupuesto que el Ayuntamiento destina para el proyecto pero la dotación llegó a su límite a finales de noviembre. Desde entonces, se han seguido esterilizando felinos gracias a los alimentadores y a las donaciones de particulares, intervenciones que se han llevado a cabo en veterinarios que ajustan el precio todo lo posible a la asociación. 

Núria Aguirre, responsable del Projecte Gat, recuerda que «los cogemos, esterilizamos y volvemos a dejar en las colonias. Nuestro objetivo es que no se multipliquen y se puedan controlar». Son precisamente los voluntarios los que detectan nuevos animales dentro de los grupos y alertan a ellas para que se capturen y puedan devolverse a la zona una evz esterilizados. Según detalla Ester Pastor, también al frente del control de gatos en la ciudad, «la mayoría de gente ya alimentaba antes a los animales. Ahora intentamos que no se ponga comida, solo pienso y agua y que después, se recoja todo para evitar que lleguen quejas». «Los voluntarios pagan la comida que reparten, la ayuda que recibimos sólo nos da para esterilizaciones y tampoco nos llega», explican.  

Cambios en el futuro

En el balance anual del proyecto, sus responsables aprovecharon para hacer llegar a las arcas municipales las posibles mejoras que podrían llevarse a cabo en el proyecto de cara al futuro. Por un lado, los voluntarios piden que en la ordenanza municipal de animales, en la que se prohibe alimentar a los animales de la calle, se incorpore una excepción de las personas colaboradoras de la entidad. Además, necesitan una mayor dotación presupuestaria para poder hacer frente a los gastos veterinarios —actualmente cubiertos por el Refugi Baix Camp y los alimentadores. 

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