Expedientan al mosso que denunció al mecánico de Reus por no querer reparar el coche de su mujer, policía nacional

El sindicato CSIF revela que el agente ha sido suspendido de sueldo y trabajo durante un mes para atentar contra la imagen y el prestigio del cuerpo

23 mayo 2019 17:48 | Actualizado a 23 mayo 2019 17:58
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El agente de los mossos que denunció por un supuesto delito de incitación al odio al propietario de un taller de Reus por haberse negado a reparar el vehículo de su mujer, agente de la Policía Nacional, ha sido suspendido de trabajo y sueldo durante un mes por la División de Asuntos Internos del cuerpo.

Según ha revelado el sindicato CSIF, la División de Asuntos Internos del cuerpo le abrió un expediente para "atentar contra la imagen del cuerpo y contra el prestigio y la consideración de la Generalitat" a raíz de un escrito de acusación presentado por el mismo mecánico por un supuesto comportamiento irregular fuera de servicio.

La denuncia presentada por el agente autonómico fue archivada a finales del pasado mes de marzo por el Juzgado de Instrucción número 3 de Reus, después de considerar que no existían elementos propios del delito de incitación al odio mencionado.

Archivado el caso del mecánico de Reus acusado de delito de odio

El mecánico de Reus Jordi Perelló, que se hizo famoso por negarse a reparar el vehículo de una policía nacional, ya puede respirar tranquilo. Fue acusado el pasado mes de febrero de presunta incitación al odio para negarse a reparar el vehículo particular de una agente.

Según la interlocutoria que archivó el caso, cuando el agente acudió al taller el 31 de octubre del 2018, el propietario le dijo que desde el 1 de octubre no trabajaba con la Policía Nacional ni con la Guardia Civil, porque los consideraba "unos opresores y los responsables del qué está pasando".

El sindicato reprocha que el agente suspenso acabó siendo citado por la División de Asuntos Internos de los Mossos para dar explicaciones y que, esto, dio a la incoación de un expediente disciplinario cuando casi hacía un año del incidente.

Añade que el expediente elevó la tipificación de comportamiento irregular a la de atentado contra la imagen del cuerpo. Al tratarse de una infracción más grave, los hechos prescribirían a los dos años, a diferencia del comportamiento irregular, que prescribe en dos meses y que, en caso de aplicarse, solo habría supuesto una suspensión de catorce días. 

El agente suspenso ha recurrido en tres ocasiones sin éxito esta resolución y acusa al mecánico de filtrar la denuncia a los medios, realizar entrevistas y organizar concentraciones en las puertas del juzgado. Según CSIF, la causa se encuentra actualmente en fase de recurso contencioso-administrativo a pesar de que la sanción la está cumpliendo el agente.

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