El barrio Horts de Miró sigue inmerso en la polémica por la okupación de casi una veintena de pisos de la calle Joan Coromines. Tras los días convulsos que vivió esta zona en las últimas semanas, ahora parece que todo está más tranquilo. Pero el problema sigue ahí. Guàrdia Urbana y Mossos d’Esquadra realizan turnos para vigilar la zona, explican los propios vecinos. Desde el ente vecinal señalan que no han tenido más noticias de nadie desde el pasado jueves, cuando se produjo el cuarto corte de luz que habían pinchado los ocupantes, que ahora utilizarían butano y hornillos para abastecerse.
«Pero aquí nadie hace nada. Ni gobierno ni oposición. Estamos cansados», lamentan desde la asociación de vecinos. Y critican que «nos desautorizan». Pero también creen que posiblemente tardarán un tiempo en tener más novedades. «En agosto todo está muerto, pero confiamos en que no tarden en desalojar los edificios afectados por esta ocupación ilegal», dicen.