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Este jueves 18 se sentará en el banquillo de acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia de Tarragona un hombre acusado de apuñalar a su expareja. El fiscal pide para ocho años de prisión y el pago de una indemnización de 14.840 euros –7.840 por las lesiones y 7.000 por las secuelas– por un delito de tentativa de homicidio. Además, que durante doce años no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la denunciante.
El acusado es un ciudadano español de 36 años y en prisión provisional. El hombre y la denunciante –que vivían en Reus– mantuvieron una relación sentimental, de la que nació un hijo. Finalizó a principios de 2019. Tras la separación, ella siguió residiendo con su hijo en Reus y él se marchó al domicilio en la localidad leridana de Alcoletge.
El encausado pidió poder pasar más tiempo con el menor, por lo que la mujer acudió junto con el menor en la tarde del 14 de febrero de 2020 al domicilio del hombre a pasar el fin de semana. Durante aquel día, el encausado había ingerido alcohol, sustancias estupefacientes y unas cuatro pastillas de Tranxilium. Comenzó a pedir dinero de forma insistente a su expareja para comprar más droga. La mujer, en todo momento, se negó. Debido a la actitud del encausado, ella decidió quedarse a dormir en el sofá.
Sobre las cinco y media de la madrugada del día siguiente, la mujer se encontraba sentada en el sofá fumando. El acusado se sentó a la derecha de la misma, le rodeó la espalda con el brazo y le clavó un cuchillo de unos diez centímetros de hoja en la zona del hombro derecho. Al reaccionar la víctima, se apercibió de que iba a clavárselo nuevamente y consiguió cogerlo de la hoja, defendiéndose. Se inició un forcejeo. El cuchillo se rompió, quedando por un lado la hoja y por la otra la empuñadura.
El hombre cogió a la mujer por el pelo y le comenzó a dar patadas y puñetazos en la cabeza, cara y tórax. Además, le decía que la iba a matar. La mujer, después de varios intentos, consiguió salir de la casa y refugiarse detrás del coche. Y pasados unos momentos, en un descuido del acusado, pudo entrar en la vivienda y llamar a los padres del encausado. Fue por mediación de estos que ella pudo marcharse de la vivienda junto con su hijo.
El hombre se presentó el día 16 en la comisaría de los Mossos para decir que se estaban reconciliando. Reconoció que habían mantenido una discusión y que tenía miedo de la familia de ella por lo ocurrido dos días antes. También manifestó que la mujer quiere sacar dinero, que fue ella la que llevó drogas y alcohol y que se abalanzó sobre él.
La víctima sufrió lesiones que para su curación necesitaron tratamiento médico quirúrgico. Tardaron 98 días en estabilizarse. Le ha quedado como secuela un trastorno neurótico reactivo a contexto de maltrato y un perjuicio estético ligero. El acusado sufretrastorno de dependencia a sustancias tóxicas y trastorno de la personalidad.
Antecedentes
El hombre ha sido condenado en dos ocasiones. El 3 de marzo de 2017 el Juzgado de lo Penal 1 de Lleida lo sentenció a ocho meses de prisión, 16 meses de privación de porte de armas y que durante 16 meses no pudiera acercarse a su pareja como autor de un delito de maltrato familiar. Y el 7 de junio de 2019, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer lo condenó a cuatro meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena.
