Juzgado un vecino de Reus por llamar al 112 con falsos avisos de emergencias

En doce ocasiones hizo desplazar a los Mossos a supuestas agresiones y altercados

29 enero 2020 10:09 | Actualizado a 01 febrero 2020 10:24
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Un vecino de Reus que en un total de doce ocasiones llamó al teléfono 112 para informar de falsas emergencias se enfrenta ahora a un año de prisión por un delito de desórdenes públicos. Además, tendrá que indemnizar a la Generalitat por el coste económico que supuso los desplazamientos de los Mossos d’Esquadra a las diferentes intervenciones. El acusado es un ciudadano español y su caso se verá en uno de los dos Juzgados de lo Penal de Reus. 

El escrito de acusación de la Fiscalía de Tarragona recoge que el acusado cuenta con antecedentes penales pero no por delitos similares. «Guiado por un ánimo de alterar la paz pública», llamó entre los meses de junio y septiembre de 2018 al teléfono de emergencias 112. Y lo hizo desde su propio aparato. Ponía en conocimiento la existencia de unos hechos que presentaban visos de ser constitutivos de delito, «pese a ser conocedor de que con ello faltaba a la verdad, dado que los mismos no estaban sucediendo». 

Ante las llamadas y los hechos que denunciaba el acusado en las mismas, los servicios de emergencia activaron la intervención urgente de diversas dotaciones policiales. La primera de dichas llamadas se recibió a las 9.20 horas del 8 de junio. Avisaba de que un hombre estaba agrediendo a su padre en casa. Como consecuencia del aviso se activaron dos patrullas de los Mossos d’Esquadra.

Seis días más tarde, a las 16.56 horas, informaba de la existencia de una mujer que afirmaba que estaba siendo apuñalada. Para atender la urgencia se desplazaron al lugar indicado dos patrullas de los Mossos.

El 20 de junio, a las 9.28 horas, avisó de una pelea entre un hombre y una mujer. Dos patrullas de Mossos fueron movilizadas. Nueve días más tarde, a las 12.57 horas, volvió a llamar al 112 para informar de la existencia de una pelea entre dos trabajadores de una residencia. En esta ocasión se desplazaron tres patrullas de la Policía Autonómica.

A las 23.32 horas del 1 de julio alertó de una fuerte discusión de un padre y su hijo, activándose una patrulla de los Mossos. Después de casi mes y medio sin actuar, el 13 de agosto, a las 13.15 horas, informó de la existencia de un joven que estaba agrediendo a su padre, desplazándose al lugar una patrulla. Ese mismo día, al cabo de 18 minutos, volvió a llamar, indicando en este caso que un hombre agredía a su madre, movilizándose una patrulla.

A las 12.13 horas del día 18 el encausado informó de que se querían llevar a su madre de una residencia, desplazándose una patrulla. El día 30 aseguró que un grupo de personas en la playa le impedían nadar.

Entre tiros y un cuchillo

Ya en septiembre, el día 9, aseguró que se estaba produciendo una pelea entre trabajadores de una residencia. El día 13 indicó que un hombre estaba amenazando a su padre con un cuchillo. Y finalmente el día 21 un hombre estaba agrediendo a una mujer y que incluso se escuchaban tiros. Ante la gravedad del aviso, cinco patrullas de los Mossos d’Esquadra se desplazaron al lugar. Cuando los agentes llegaban al lugar comprobaban que los avisos eran falsos.

Para el juicio están citados a declarar como testigos dos mossos d’esquadra –uno de ellos un subinspector– así como un tercer agente, aunque en calidad de perito. 

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