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El grupo municipal de la CUP en el Ayuntamiento de Reus se ha marcado como uno de sus primeros objetivos de esta legislatura intentar anular la ordenanza de civismo que se aprobó la legislatura pasada, con los votos a favor del equipo de gobierno CiU-PP. La CUP, que en el decálogo de puntos que puso como condición al resto de partidos para intentar formar un gobierno ya incluía la revocación de la ordenanza de civismo, presentará en el pleno municipal del próximo lunes una moción en la que solicitará que esta normativa quede anulada.
El portavoz ‘cupaire’, David Vidal, explicó ayer que «a pesar de que pediremos que se revoque la ordenanza, también somos conscientes de que hay algunos puntos -como por ejemplo la prohibición de orinar en la vía pública- que se pueden aprovechar incluyéndolos en los respectivos reglamentos municipales, como por ejemplo en el de uso de la vía pública».
Para intentar tirar adelante esta moción, la Candidatura d’Unitat Popular confía en los votos de algunos de los partidos de la oposición, como el PSC, Ciutadans o Ara Reus. En este sentido, Vidal comentó ayer que «no sabemos qué votarán, aunque en las reuniones previas a la constitución del ayuntamiento que mantuvimos, algunos como el PSC o Ara Reus ya nos dijeron que estaban en contra de esta ordenanza».
Desde Ara Reus, su portavoz, Jordi Cervera, aseguraba ayer que «mañana (hoy para el lector) tenemos ejecutiva del partido, trataremos el tema y discutiremos qué votaremos. No obstante, nosotros siempre hemos estado en contra de esta ordenanza de civismo porque en su día se aprobó sin consenso».
‘No es patrimonio de la CUP’
Desde el PSC, su portavoz Francesc Vallès, recuerda que «querer derogar la ordenanza de civismo no es patrimonio de la CUP porque nosotros, en el anterior mandato, ya combatimos esta ordenanza».Sobre la posibilidad de votar a favor, Vallès afirma que «estamos dispuestos a hablar, pero presentaremos enmiendas al texto para también hacerlo nuestro». Por su parte, el portavoz de Ciutadans, Juan Carlos Sánchez, comentó que «no tenemos claro cuál será nuestro voto. Estamos a favor de la modificación de algún punto, pero no vemos tan claro el hecho que la ordenanza se tenga que revocar por completo». Desde el gobierno, Montserrat Vilella, afirma que «nuestra posición es la misma. Estamos dispuestos a hablar de todo, pero defendiendo el mismo texto».
