La Generalitat asume que va a hacerse cargo de las obras del apeadero de Bellissens

Territori presentó ayer el proyecto, que supondrá una inversión de entre 12,2 y 15 millones de euros. El objetivo es que las obras puedan empezar en 2019 para que esté operativo en 2021

25 octubre 2017 19:31 | Actualizado a 26 octubre 2017 07:24
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Nuevo paso adelante de cara a la construcción de la futura estación de Bellissens, después de que ayer el Govern de la Generalitat presentara in situ el estudio informativo de cara al inicio del proyecto. Los detalles los daba a conocer el secretario de Infraestructures i Mobilitat, Ricard Font, quien explicó que la administración catalana contempla que el apeadero sea una realidad en 2021.

En este trabajo previo, los técnicos del Departament de Territori i Sostenibilitat han definido dos alternativas, que son las que ayer daban a conocer y que acabarán acondicionando si la inversión es de doce o de quince millones de euros. En ambos casos se construirá una estación de unos cien metros cuadrados que se ubicará delante de la rotonda en la que confluyen las calles Josep Pla y Manuel de Pedrolo. Además habrá un paso subterráneo adaptado para las personas con movilidad reducida y una marquesina al otro lado de la vía, para que puedan detenerse también los trenes en dirección Reus-Centre. 

El coste más importante son las consideraciones técnicas, ya que para que los trenes puedan detenerse necesitan un espacio de 200 metros de longitud completamente en llano. Por ello hay dos soluciones. La primera consiste en modificar la rasante, lo que obligaría a intervenir en un tramo de 1.500 metros de longitud y la construcción de una tercera vía provisional mientras se lleven a cabo las obras. Esta opción es la más cara, ya que supondría una inversión de 15,5 millones. 

En cambio, la segunda propuesta consiste en instalar dos vías nuevas de unos 200 metros en los laterales de la plataforma existente, por lo que la inversión necesaria sería de 12,2 millones de euros. Además de ser la opción más económica también es la que defienden la Generalitat y el Ayuntamiento de Reus. «Desde un punto de vista constructivo es más fácil de ejecutar y permite mantener el tráfico mientras se está ejecutando», aseguró Font.

El plazo de ejecución de la obra es de entre 18 y 24 meses

El representante de la Generalitat defendió también su «funcionalidad» y «operabilidad». Pese a ello, esperarán hasta conocer las alegaciones al proyecto antes por decantarse definitivamente por una o por la otra. 

Ahora, a exposición pública
De acuerdo con el calendario que daba a conocer el Govern de la Generalitat, el estudio informativo saldrá a exposición pública el próximo mes de noviembre, con el objetivo de que el proyecto constructivo pueda encargarse el año que viene y las obras empiecen durante el primer trimestre del año siguiente, es decir, en 2019. 

La intervención puede decirse que es de mínimos, por lo que prevé ejecutarse en un espacio de tiempo de entre 18 y 24 meses, de forma que si todos los plazos se cumplen la ciudad de Reus tendrá su segunda estación en 2021.

¿Quién va a hacerse cargo de la inversión? En la rueda de prensa estaban la Generalitat y el Ayuntamiento, pero no el Estado, y se trata de un equipamiento que tendrá una afectación sobre una infraestructura ferroviaria titularidad de Adif. «Hace dos años, cuando se inició el estudio informativo, se lo comunicamos al Ministerio de Fomento. A partir de ahí, veremos cómo evoluciona», afirmó con rotundidad.

Estará condicionado por lo que acabe pasando las próximas horas. En todo caso, la administración catalana asume que va a hacerse cargo de la inversión y que la estación de Bellissens ya no tiene marcha atrás. 

Para la Associació per a la Promoció del Transport Públic la incierta situación política no debe ser motivo de preocupación para que este proyecto pueda quedarse en un cajón. «El retorno económico y social es brutal, y esto es tan bueno para el titular como para el operador. Quiero entender que la racionalidad se impondrá», decía su portavoz en el Camp de Tarragona, Daniel Pi.

Duplicar los usuarios
Y es que el estudio informativo que ha redactado el departamento que encabeza Josep Rull no tan solo habla de cuestiones técnicas. Éste también hace una estimación de los usuarios potenciales que podría tener una estación ubicada en la zona en la que se está produciendo el crecimiento de la ciudad y con equipamientos de primer orden para el conjunto del Camp de Tarragona, como son el Campus Bellissens de la URV, el hospital Sant Joan y el Tecnoparc.

Teniendo en cuenta este potencial, la Generalitat ha determinado en su estudio que la ciudad de Reus podría duplicar la cifra de usuarios de ferrocarril cuando la nueva estación entre en funcionamiento.

Entre 2.500 y 3.000 reusenses utilizan a diario el tren desde la estación ubicada cerca del Passeig Mata. Se calcula que la entrada en funcionamiento de esta segunda parada supondrá una reordenación de los usuarios, de forma que la primera podría perder cerca de 500 personas, que son las que viven en las inmediaciones de Bellissens. Además, Font apuntó que en esta área hay alrededor de 3.000 usuarios potenciales que permitirían que la capital del Baix Camp asuma una cuota de «entre 5.000 y 6.000 viajeros diarios de media».

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, ponía en valor que «es un proyecto vinculado a la movilidad de miles de ciudadanos, que mejorará la capacidad de desplazamientos y crecimiento de la ciudad en esta zona».

El apeadero de Bellissens se ha convertido en una reivindicación no tan solo de Reus, sino del conjunto de este territorio desde que se puso en funcionamiento el servicio de cercanías.

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