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Un sargento fuera de servicio intervino para ayudar a una dependienta de un supermercado que era amenazada por un toxicómano con una jeringa o un grupo de seis agentes ayudaron a neutralizar un hombre que estaba agrediendo a una camarera y colaboraron después en su detención. Hay mil historias con las que los agentes del cuerpo de la Guardia Urbana tienen que hacer frente a lo largo de su carrera y, ayer, el día de su fiesta patronal, Sant Miquel, fue el momento de reconocer su tarea.
La celebración además fue doble. La fiesta conmemoró los 160 años de la fundación de la Guardia Urbana de Reus en la plaza del Mercadal y después se trasladó al teatro Bartrina.
Con 153 agentes en el cuerpo municipal, ayer se otorgaron la medalla de bronce a nueve agentes en reconocimiento a su servicio prestado a lo largo de 15 años y la medalla de plata que distinguió los 25 años de trabajo de 14 agentes en el cuerpo.
Además, también se entregaron otros galardones a los servicios distinguidos, al mérito profesional y también al ciudadano.
El alcalde de Res, Carles Pellicer, fue el encargado de entregar los galardones frente la mirada atenta de familiares, autoridades, comandos y comisarios de policía.
Pellicer en su parlamento destacó «la coordinación entre los cuerpos policiales de la Guardia Urbana, Mossos d’Esquadra y Protecció Civil» en su tarea diaria.
Entre las últimas acciones de la Guardia Urbana de Reus destaca la puesta en marcha de las comisarías externas de proximidad, la reorientación de las entidades de servicio para aumentar las patrullas a pie, las distintas formas de conectar con el cuerpo de seguridad como el teléfono, correo electrónico y las redes sociales y el incremento de las reuniones con las asociaciones de vecinos y de comerciantes.
