La Guàrdia Urbana patrulla una media de 112 horas semanales en el barrio Mas Pellicer

Aumentar la presencia policial siempre ha sido una de las reivindicaciones de la asociación de vecinos

18 marzo 2018 18:49 | Actualizado a 18 marzo 2018 20:22
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Fortalecer la vigilancia y el patrullaje ha sido y es una de las principales reivindicaciones de los vecinos del barrio Mas Pellicer. La necesidad de mejorar la seguridad en la zona es el argumento que esgrime el presidente de la Associació de Veïns Primer de Maig, Eduardo Navas. «Hace un par de semanas arrancamos el compromiso, después de una reunión con el alcalde de Reus y el concejal de Seguretat Ciutadana, Joaquim Enrech, y a la que también asistió el director territorial de Habitatge, Josep Maria Juncosa, de reforzar la presencia policial y desde entonces se ha notado». 
Una sensación que respalda la siguiente cifra. «La Guàrdia Urbana de Reus realiza una media de 112 horas de patrullaje de proximidad a la semana en el barrio Mas Pellicer, con el objetivo de reforzar el contacto con los vecinos», detalla el concejal Joaquim Enrech. Esto significa que cada día una patrulla se desplaza a este barrio del sur de la ciudad y además, según recalca el regidor, «unos tres días a la semana también se organizan dispositivos conjuntos entre la policía local y los Mossos d’Esquadra». La presencia de patrullas mixtas está justificada en el caso de controles de alcoholemia y drogas, entre otros. 

Disuadir el incivismo
El refuerzo de la presencia policial tiene la voluntad de ‘frenar la tentación’ entre quienes quieran cometer actos incívicos, y que en ocasiones acaban por provocar destrozos en las calles del barrio. «La problemática que existe en la zona, como en otros puntos de la ciudad, no está tan relacionada con la delincuencia como sí con un problema de incivismo», explica el concejal de Seguretat Ciutadana y responsable de la Guàrdia Urbana. Se muestra confiado en que el patrullaje a pie de la policía local servirá para que «quien tenga la tentación de cometer actos incívicos se lo piense antes». Las mismas expectativas tiene el presidente de la Associació de Veïns Primer de Maig. «El aumento del control policial es imprescindible para la tranquilidad de los vecinos del barrio y para liberarnos de todo lo que conlleva un problema como el incivismo», asegura. 

Okupaciones ilegales
Actualmente, y según los datos de que dispone la asociación de vecinos, «en el barrio Mas Pellicer hay un total de 21 pisos okupados. Menos en dos casos, el resto de okupaciones son ilegales e incívicas», según detalla Eduardo Navas, y que afectan a los bloques 23, 31, 3, 7, 50, 12, 59, 45, 2 y 24. El dirigente vecinal se muestra satisfecho con los diferentes compromisos que a finales de febrero también consiguió arrancar de l’Agència Catalana de l’Habitatge. «El que más nos urge es agilizar la entrega de los pisos que están vacíos. El motivo no es otro que evitar más okupaciones», asegura Eduardo Navas, quien cifra en 200 las viviendas propiedad de la Generalitat. Cabe recordar, que la administración también se comprometió a asumir los gastos provocados por el incivismo y derivados de la problemática de la okupación ilegal. «Los vecinos sienten miedo. Incluso ha habido familias que se han marchado del barrio. Los okupas intentan echar a todos los vecinos creando malestar, y de este modo terminar de okupar el bloque o dedicarse a otras actividades poco legales», asegura Eduardo Navas.
Con todos estos temas encima de la mesa, las partes implicadas (Ayuntamiento, Guàrdia Urbana, l’Agència Catalana de l’Habitatge y la asociación de vecinos) se citarán cada tres meses para evaluar los resultados de las medidas acordadas, y emprender nuevas acciones si lo consideran necesario. 

Cámaras en Sant Josep Obrer
A finales del año pasado se instalaron las cámaras de videovigilancia en el barrio Sant Josep Obrer. Transcurrido este tiempo la valoración sigue siendo positiva. «Han ayudado a disolver el tráfico de drogas en la zona», asegura el concejal de Seguretat Ciutadana, aunque se muestra precavido argumentando que «hay que dar más tiempo al tiempo, porque lo que hoy puede ser positivo mañana puede cambiar». En total hay cinco cámaras que están ubicadas en la calle de la Mare de Déu de Puigcerver para realizar la vigilancia de otras cinco calles perpendiculares. A Joaquim Enrech no se le escapa que haya vecinos que puedan pensar que la instalación de las cámaras ha ido en detrimento del patrullaje. Un hecho que niega. «Que se haya instalado un sistema de videovigilandia no significa que haya dejado de haber presencia policial en las calles», afirma y recuerda que el objetivo del dispositivo de vigilancia es «llevar a cabo una actuación preventiva y disuasoria». Por último, ante la sospecha de que los actos incívicos se hayan podido desplazar a otros puntos del barrio, que no tienen cámaras, el concejal de Seguretat Ciutadana confirma que «no existe esta percepción». 

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