La PAH atiende a una treintena de afectados por hipotecas y alquileres

La Plataforma d’Afectats per la Hipoteca Reus-Baix Camp les ofrece asesoramiento y apoyo para que puedan encontrar 
una solución. Desde la asamblea también defienden que «la okupación es un paso intermedio, no la solución al problema»

05 marzo 2018 07:25 | Actualizado a 08 marzo 2018 10:29
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Este año la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca Reus-Baix Camp (PAH) celebra su cuarto aniversario, desde que en abril de 2014 apoyara la primera ocupación de una vivienda en la calle Cantàbric. En todo este tiempo, la entidad ha trabajado sin prisa, pero sin pausa, y con mucha constancia. «No tenemos demasiado que conmemorar, porque no es para alegrarse que haya gente que continúe necesitándonos», asegura Jordi Gateu, miembro de la asamblea de la PAH. Desde la plataforma cifran en una treintena de personas afectadas, por hipotecas y alquileres, las que asesoran y atienden, mientras que el número de okupas alcanzaría la decena. En esta situación se encuentra una joven reusense de 39 años con dos hijos.

Según su relato, «vivíamos de alquiler pero no teníamos para seguir pagando los 400 euros de renta». «Todo empezó hace unos siete meses. Disminuyó el trabajo y el dinero no entraba en casa», asegura. Ante esta situación, la joven asegura que antes de okupar un piso propiedad de un banco buscó otras soluciones, pero critica que «los requisitos que exigen para poder acceder a un alquiler social son muchos y hay una lista enorme de gente esperando. No es ético». «Antes de verme en la calle decidí okupar un piso. Somos gente normal y personas trabajadoras. Vivir de esta manera es muy difícil, porque la gente te mira como si fueras una ciudadana de tercera y se me rompe el corazón», lamenta la joven. 

Esta madre reusense ha encontrado en la PAH el apoyo para seguir adelante. «A ella y a todos les ofrecemos asesoramiento. Dependiendo de cada situación, sugerimos que vayan a los Serveis Socials a solicitar una vivienda o que acudan al banco para pedir un alquiler social. La okupación es un paso intermedio para regularizar la situación, en ningún caso es la solución al problema», asegura Jordi Gateu. 

Desde la PAH aseguran que el problema de la vivienda va asociado a la precariedad laboral

Trabajo precario 
Desde la PAH subrayan que el problema de la vivienda también va asociado a la precariedad laboral. «Hay personas que tienen un salario de 150 euros, trabajando unos días a la semana, y no les puedes pedir que paguen un alquiler cuando no pueden pagar una factura de 30 euros», asegura el representante de la plataforma y añade también «hay otras personas que atendemos que tienen trabajo fijo pero que son pobres, porque el salario es muy bajo y tienen deudas». 
En esta situación se encuentra esta joven reusense de 39 años. «Estoy limpiando casas particulares. Ahora el banco, propiedad del piso que he ocupado, me pide que tenga unos ingresos regulares para poder acceder a un alquiler social», detalla. Según explica, «ahora tengo que entregar toda la documentación que me piden para poder estudiar un alquiler social en base a los ingresos que tengo». «Todas mis esperanzas están puestas en conseguir un alquiler social porque, de lo contrario, o tendré que okupar otro piso o me veré en la calle», lamenta. 

La Plataforma d’Afectats per la Hipoteca Reus-Baix Camp hace el seguimiento de cada caso en las asambleas que celebra los miércoles (Centre Cívic Ponent, a partir de las 18 horas). «Lo importante es que los afectados sepan que no están solos y que sean optimistas, además de pensar que es posible encontrar una solución», asegura Jordi Gateu y añade que «tener a alguien al lado ayuda a levantar la moral». «La PAH es un punto de apoyo muy bueno, porque todos los pasos que he seguido los he conocido gracias a la plataforma», asegura esta madre reusense. 

Cambio de rumbo
En todo este tiempo, el juicio de la entidad en relación a la okupación de pisos ha dado un giro de 360 grados. En palabras de Jordi Gateu, «al principio defendíamos a ultranza las okupaciones, pero ahora somos más exigentes y precavidos». En el trasfondo de este cambio está la siguiente realidad: «Hay mucha gente que no tiene la necesidad de okupar o que la tiene y después decide no seguir los pasos para regularizar su situación, por comodidad de tener ya una casa», afirman desde la PAH. 
Ahora la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca Reus-Baix Camp «apoya a quienes hayan okupado, pero en contrapartida exigimos que hagan las cosas bien». «Deben ir a los Serveis Socials, regularizar sus situación y si les ofrecen una vivienda, diferente a la que han okupado, la tienen que aceptar. De lo contrario les retiramos nuestro apoyo». Desde la PAH lamentan que «muchas personas piensan que la okupación es la solución, y que les ayudaremos a que no les desahucien, pero nosotros no lo aceptamos». Por último, Jordi Gateu critica que la administración sigue teniendo deberes pendientes. «Los políticos son un mal alumno que hace los deberes a última hora, deprisa y corriendo».

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