La Guàrdia Urbana de Reus, dentro de los controles del toque de queda que realiza por la ciudad, paró este miércoles poco después de las 22 horas a un Seat Ibiza en la calle Mas d'Iglesias.
El conductor entregó su carnet y en la base de datos saltó una alarma. El hombre que iba al volante había perdido todos los puntos del carnet en 2010 y desde entonces tenía pendiente el curso de reeducación y la recuperación del permiso.
Los agentes le abrieron diligencias penales por un delito contra la seguridad del tráfico e inmovilizaron su vehículo, que terminó en el depósito municipal.
El conductor durante los diez años sin carnet nunca había sido "pillado" y no constaba en la información policial ninguna denuncia al respecto.