La especialización, el factor clave del Servei de Geriatria i Cures Paliatives del Hospital de Reus

Cerca de 30 profesionales trabajan a diario para asegurar el bienestar de personas mayores y favorecer la comodidad de las que padecen enfermedades de fase avanzada

19 mayo 2017 15:53 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:19
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Una Unidad rica en disciplinas y en la que cada miembro prima la comunicación, grupal y diaria, para conseguir el estado de salud óptimo del paciente. Este es el objetivo principal llevado a cabo por el Servei de Geriatria i Cures Paliatives (Àrea Sociosanitaria) del Hospital Sant Joan de Reus durante sus 20 años de vida. Así pues, 6 médicos, 2 fisioterapeutas, 1 terapeuta ocupacional, 1 logopeda, 1 especialista en psicología, 6 trabajadoras sociales y un equipo de enfermería «indispensable y especializado en el trato de personas de edad avanzada» se tiene que poner de acuerdo.

La función de la unidad consiste en atender a personas de edad avanzada y a aquellas que padecen enfermedades en fase avanzada, y que por ello, precisan de cierto confort. El Àrea Sociosanitària contempla la vertiente de la hospitalización en la que se diferencian tres tipos de ingresos. Por un parte, está el de convalecencia, que se centra en aquellas personas mayores que sufren una enfermedad y que han sufrido un deterioro de la capacidad funcional. Por todo ello, precisan de una rehabilitación más intensa para mejorarla y poder así regresar a su domicilio.

El Servei de Cures Paliatives corresponde a otro tipo de ingreso y trabaja junto al de Oncología. «El 50% de las personas que se atienden, padecen una enfermedad oncológica avanzada. La mitad restante, sufre enfermedades orgánicas avanzadas de carácter terminal, como casos de insuficiencia cardíaca avanzada o bronquitis crónica avanzada», explica el director del Àrea Sociosanitària, Gabriel de Febrer. El tercer tipo de ingreso es el de atención subaguda. En este caso, la persona de edad avanzada que –preferentemente viene de Urgencias–, necesita un tipo de atención diferente de la que se le daría en una hospitalización ordinaria.

‘Ser más efectivos’

«Los pacientes son supervisados por médicos expertos en geriatría, trabajadoras sociales, fisioterapeutas... Es decir, se atienden de forma específica», detalla de Febrer, quien dice que «se trabaja para que este tipo de ingreso esté más presente en atención primaria. Ahorramos el paso por Urgencias en los casos agudos, y conocidos por nosotros, y conseguimos ser más efectivos ». En la parte ambulatoria, cuentan condispensarios dirigidos habitualmente a gente mayor con problemas de salud o cierto deterioro cognitivo.

Para fomentar una atención más cercana, disponen de un Hospital de Día para enfermedades neurodegenerativas con 10 años en uso y en la que se atienden cerca de 20 personas cada día; una Unitat Funcional Interdisciplinària Sociosanitària (UFISS) con15 años de trayectoria, en la que se atienden casos complejos en el campo geriátrico o curas paliativas y por que en cuesitón de 10 años han pasado de ser unas 400 valoraciones anuales a 1.200 actuales; otro de los recursos sociosanitarios de ámbito domiciliario es el Programa d’Atenció Domiciliària i Equips de Suport (PADES), en el que se atiende a personas mayores y a las que requieren un servicio de curas paliativas o atención de final de vida, «donde hay que destacar las consultorías con atención primaria, que suponen un valor añadido en base a los conocimientos de geriatría y curas paliativas». El aumento de esperanza de vida es otro factor que provoca que «el 90% de la gente ingresada en planta pase tal vez de los de 90 años», señala el también profesor de geriatría en la Facultad de la Universitat Rovira i Virgili. Y es que lo que antes se concebía como algo excepcional, «cada vez es más habitual. Requiere una cobertura y atención más particular». En cuanto a la casuística anual, en la UFISS hay unos 1.200 enfermos ingresados, unos 500 ingresados en atención de convalecencia, sobre 250 en curas paliativas y cerca de 300 visitas (entre primeras y segundas) en consultas a dispensarios .

Cabe decir, que uno de los debates que está sobre la mesa es «el número de camas, inferior al de pacientes. Cosa que no sucede en otros centros del Tarragonés». En los últimos 10 años, se ha triplicado el número de personas atendidas con el mismo número de plazas de ingreso prácticamente. «Por ahora intentamos ser lo más eficaces posible», concluye de Febrer.

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