La histórica Sastrería Quintana cerrará sus puertas tras 114 años de trayectoria

El sector textil ha sido uno de los más afectados por el cambio de hábitos de consumo 
y ha perdido cuatro comercios históricos en poco más de un año en la ciudad 

03 noviembre 2019 10:40 | Actualizado a 07 noviembre 2019 09:58
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El sector textil local de Reus vuelve a recibir un gran revés. La Sastrería Quintana, ubicada en el arrabal Santa Anna luce ahora dos carteles: el de su fecha de inauguración, en 1905 y el de liquidación por cierre. Desde el comercio han explicado al Diari que las razones no son otras que la falta de clientela. Ni los precios del alquiler, ni la venda por internet. Según su punto de vista, la competencia, la baja capacidad económica de la sociedad y, sobre todo, Inditex ha puesto los precios a niveles contra los que no se puede competir.

Tenían calculado cerrar en diciembre, pero desde la sastrería, aún impactados y tristes por la situación del negocio, explican que la gran cantidad de stock les obligará a alargar su vida hasta, al menos, enero de 2020. Otro comercio histórico de la ciudad que bajará su persiana para siempre.

La Sastrería Queralt era el sexto comercio activo más antiguo de la Reus. Pero no hace falta echar la vista demasiado atrás para recordar otros cierres significativos. El año 2018 hubo otros tres. Por un lado el de Sucesores de Joaquín Navas, la tienda ubicada en la planta baja de la Casa Navàs, que databa su origen en 1848. Por otro la Llauneria Mata, en el arrabal Santana, fundada en 1850.

El sector textil también sufrió otra baja hace poco más de un año cuando la Sastreria Queralt cerraba después de 110 años de vida. La tienda ubicada en la calle Monterols no tenía relevo generacional. Francesc Queralt consideraba los cambios de la sociedad, del comercio comercial y los horarios laborales factores determinantes para explicar esta crisis.

En las calles Llovera y Monterols las franquicias, en su mayor parte textiles, han ocupado más de la mitad de los locales disponibles. Un ejemplo del cambio de modelo comercial que vive la ciudad.

La identidad resiste

Por fortuna, Reus aún puede presumir de tener al menos diez comercios centenarios. Uno de ellos es la Casa Padreny, el local más antiguo de la ciudad. La confitería de la calle Hospital, fundada en 1815 goza ahora mismo de muy buena salud. Su gerente, Glòria Vicheto es la sexta generación que asume el mando del negocio familiar.

El local fue remodelado en 1992 y este junio lo amplió con un espacio de cafetería. Sin embargo, el producto es el de siempre. «Se continúa con las mismas recetas de siempre. Vivimos de las comandas y nos hemos adaptado a la web. Recibimos pedidos desde Instagram, Facebook o Whatsapp», explica Vicheto. La clave de Casa Padreny para resistir al paso del tiempo con tan buena salud es, precisamente, «mantener la identidad y tener una implicación generacional».

Desde el Barato, la reconocida tienda de textil de 1881 valoran el cierre de la Sasteria Quintana como algo triste. Consideran que internet es un gran enemigo. Pero Josep María Cases, al cargo de este comercio familiar de la calle Ample ve la situación comercial con cierto optimismo: «hay que tener en cuenta que aunque cierran comercios centenarios, otros que llevan mucho tiempo gozan de muy buena salud». Ese es el caso de su negocio.

Para Cases, la clave es ofrecer un equilibrio de productos sin perder la identidad. Señala, además que «ser un comercio histórico no nos aporta clientela. Yo intento pensar que llevamos solo un año y que cada vez tenemos que trabajar más».

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