La incertidumbre se cierne sobre los trabajadores del Hospital Sant Joan de Reus tras la marcha de Ros

Los sindicatos exigen información a una presidencia que, aseguran, «se ha olvidado» de los profesionales del Sant Joan. Temen una reducción de la plantilla para cuadrar números

06 septiembre 2018 11:21 | Actualizado a 06 septiembre 2018 11:25
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La dimisión del director del Hospital Sant Joan de Reus ha sido la gota que ha hecho colmar el vaso. Los trabajadores del centro hospitalario y de todo el grupo Sagessa exigen información para esclarecer su futuro. 

La falta de concreción para crear el consorcio que ha de gestionar el Sant Joan y todas las derivadas de las negociaciones con la Generalitat, sumada a los cambios en la dirección de la Regió Sanitària de Tarragona y a la dimisión de Oscar Ros, ha puesto los trabajadores en alerta.

La plantilla del Sant Joan, del Hospital de Móra, de GINSA (empresa que gestiona la administración del grupo y el servicio de limpieza), del CMQ y de la primaria gestionada por Sagessa, se sienten «olvidados» por parte de la dirección del grupo. Acusan a Noemí Llauradó de «no dar la cara», y piden que se les explique hasta qué punto está en peligro la creación del consorcio, cuál será el futuro del Hospital de Móra, qué pasará con la plantilla de GINSA y cuándo se hará el traslado del CMQ a las antiguas dependencias del hospital. Los trabajadores de la primaria también exigen conocer, de primera mano, cuál será su futuro una vez entre en funcionamiento el consorcio con la Generalitat.

Miedo a los despidos
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), es el único que ha emitido un comunicado tras la dimisión del director del Hospital Sant Joan, Oscar Ros. 

Su portavoz, Francesc Roig, asegura que «no hay derecho de que no sepamos nada. Nadie se ha dignado a hablar con nosotros ni a comunicarnos nada». Roig, que explicita que no habla en nombre del comité de empresa del Sant Joan, critica la falta de información desde el centro para con los trabajadores. «Tenemos el derecho a conocer nuestro futuro». 

Más aún después de las informaciones que apuntan a medidas severas para reducir el déficit durante el último trimestre del año. Sin tener ningún tipo de comunicación oficial, desde SAE «tenemos miedo que haya una reducción de personal». El problema, según Roig, «es que nadie sabe qué rumbo tomar y la incertidumbre, de momento, afecta a 1.300 familias», el número de trabajadores del Sant Joan. 

En GINSA son cerca de 250 familias las que temen por su futuro. La empresa, dedicada a los servicios administrativos del hospital y también gestora del servicio de la limpieza, debía continuar operando con el consorcio, según el protocolo de intenciones firmado por el anterior conseller de Salut, Antoni Comín. Un protocolo que se encuentra en revisión, lo que ha levantado las dudas y los temores entre los trabajadores. A todo ello hay que sumar que, según cuentan desde el comité de empresa, hace meses que no mantienen una reunión con Noemí Llauradó. 

La falta de rumbo también afecta a los trabajadores de la primara gestionada desde Sagessa. La empresa pública reusense opera los Centros de Atención Primaria del Barri Fortuny, de Cambrils, de Riudoms, de la Selva del Camp y de l’Hospitalet de l’Infant, además de tres ambulatorios en tres pueblos de la comarca del Baix Camp. El futuro de dichos centros, según la propuesta inicial, era integrarlos en el nuevo consorcio una vez éste cumpliera un año de funcionamiento. La fecha prevista era principios de 2019. Pero la falta de consorcio desdibuja el futuro de los centros y de sus trabajadores, alrededor de 200, que no temen posibles despidos pero quieren aclarar cuál será su futuro inmediato. 

El PSC había pedido que la sanidad primaria gestionada por el ICS en la ciudad fuera también incorporada en el consorcio, un extremo que, a día de hoy, se da prácticamente por descartado.

El adiós de Ros
Oscar Ros se despidió ayer de los consejeros del Consell d’Administració del Grup Salud. En una reunión celebrada ayer por la mañana, Ros explicó los motivos de su marcha. 

Según ha podido saber el Diari, los consejeros de los partidos en la oposición también recriminaron a la presidencia la falta de información y el hecho de que tuvieran que conocer la dimisión del director del centro hospitalario a través de los medios de comunicación. 

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