La mitad del polígono Bellissens de Reus lleva meses con el cable eléctrico saqueado

El robo del cableado de farolas y arquetas por el valor del cobre se extiende por todas las calles que no tienen empresas

19 mayo 2017 16:44 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:44
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La mitad del polígono Bellissens, que colinda con el término municipal de Vila-seca, lleva meses completamente a oscuras. El motivo es que el cableado eléctrico de las farolas y arquetas fue saqueado hace tiempo por el valor que tiene el cobre en el mercado negro. La situación es la misma en todas las calles abandonadas que resiguen los numerosos solares vacíos que la crisis ha dejado a su paso.

Tapas arrancadas con los restos de cables que quedan al descubierto o arquetas totalmente derribadas dan a esta parte del polígono un aspecto desaliñado y de total abandono. La calle dels Manyans o dels Pelleters son dos claros ejemplos. También buena parte de la calle dels Ferrers, donde sí que están instaladas distintas empresas. Pero aquí no termina todo, ya que esta situación se complementa con la gran suciedad que acumulan distintas de las calles del polígono. Una triste imagen que, según explican al Diari, lleva muchos meses igual.

La realidad que atraviesa el polígono Bellissens surge en un momento en el que también se ha destapado la problemática que padece la T-11 a su paso por Reus. Y es que el tramo de esta vía que arranca de las cercanías del Aeropuerto y finaliza en el polígono Agro-Reus está totalmente a oscuras. De hecho, muy pocas farolas no han sido víctimas del robo de todo su cableado eléctrico.

El mismo aspecto presentan los accesos y salidas de la vía, como es el caso de la misma avenida Bellissens, o la rotonda que enlaza la T-11 con la autopista AP-7.

La rotonda de La Canonja

Fuentes consultadas de la Unidad de Carreteras del Estado en Tarragona ya confirmaron hace unos días que la falta de iluminación se debía al robo del cable eléctrico y descartaban la posibilidad de reponer el abastecimiento de luz. «No hay recursos para arreglar el problema y se trata de priorizar necesidades», comentaban desde Carreteras. En lo que se refiere al acceso a la autopista desde la T-11, a la altura de La Canonja, ésta también sufre los estragos de los ladrones de cobre. Y es que todas las farolas que pueblan la gran rotonda de entrada y salida a la AP-7 no funcionan correctamente.

 

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