La oleada de sucesos en la calle Amargura de Reus y su entorno preocupa a los comercios

Durante el último mes se ha cometido un apuñalamiento, varios hurtos y una redada policial en estos puntos de la ciudad

23 diciembre 2019 10:20 | Actualizado a 23 diciembre 2019 10:35
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La mañana del sábado 15 de diciembre la calle Ample despertaba con una pelea enfrente de un bar. El episodio no era nada novedoso para los vecinos del barrio, acostumbrados a la presencia policial en ese mismo punto dónde, reiteradamente, se producen este tipo de escándalos.

«Pasa cada día. Venimos a trabajar pronto y directamente cambiamos de calle para evitar problemas. Siempre hay jaleos y no quieres enfrentarte a nadie, esta gente no tiene control», explica Xavi Sistaré, de Forn Sistaré. «Esta ha sido siempre una zona muy tranquila», aclara Carmen, vecina del barrio y propietaria de una carnicería de la calle Ample, que añade «los problemas empezaron cuando el bar cambió de dueño».

«Yo no vengo nunca solo a trabajar porqué sé que me la pueden armar gorda. Si entra alguien de esa gente, le digo que aquí no se sirve alcohol», dice un trabajador de un bar de la calle, que prefiere mantenerse en el anonimato. Sus clientes siguen viniendo, porque son los de toda la vida, sin embargo asegura que han cambiado sus rutinas y cada vez llegan más tarde para no encontrarse con esos desagradables episodios. Los encontronazos entre clientes de un bar de la misma calle son repetidos y los comercios ya no saben como arreglárselas para ponerle punto y final.

Ya hace dos meses que los vecinos de la calle Ample presentaron un centenar de firmas a la Oficina d’Atenció al Ciutadà del ayuntamiento mostrando su hartazgo, pero la situación no ha cambiado. «Se nota más presencia policial, pero quizás se debería actuar de forma preventiva y no reactiva», comenta Sistaré. «El problema es seguir atendiendo a gente con un estado alto de embriaguez», opina Carme.

La preocupación no acaba ahí. El pasado domingo se ejecutó una macrorredada policial entre los Mossos d’Esquadra, la Guàrdia Urbana y el Cuerpo Nacional de la Policía en una discoteca de la calle Amargura. Esta operación terminó con un detenido por presunto tráfico de drogas y una decena de actas levantadas: cuatro por tenencia o consumo de drogas, una por posesión de arma prohibida, dos por desobediencia a los agentes de la autoridad y una por una supuesta infracción contra la ley de extranjera. Según los Mossos, tal acción se elaboró en el marco de la ley 4.2015 de protección ciudadana. Una decisión que viene de incidentes anteriores, una de las más trascendentes fue un apuñalamiento en plena calle Ample. El hecho ocurrió el pasado 13 de diciembre, cuando sobre las 5:45 se produjo una fuerte discusión delante de la discoteca de la calle Amargura. Después de apaciguar a los protagonistas, estos se volvieron a encontrar en la calle Ample y allí un hombre apuñaló a otro perforándole un pulmón.

Los vecinos del local aseguran que se quedarían más tranquilos si el local cerrara, hartos de la inseguridad y los ruidos. Proponen que el espacio pase a tener una licencia de pub, para que cierre a las 3:00h y les permita tener un descanso nocturno más amplio y menos dolores de cabeza.

Hurtos a comercios

Hay un tercer punto negro que tiene estas dos calles colindantes a plaza de la Llibertat conectadas: los hurtos en negocios. El pasado martes hubo un hurto en el número 75 de la calle Amargura. Desde la mercería Parisi explicaron que esta era la segunda vez que les robaban en un periodo de un año y que ellos mismos ya habían tomado medidas como cambiar el sistema de almacenaje del dinero. Durante estos meses, les han roto cristales de un escaparate de forma repetida y cansados de cambiarlos, ahora lo cubren con un cartón. Los robos se prolongan hasta la calle Ample, donde la bacallanería, el Forn Sistaré, la tienda CS Carmina Sanz Decoració y el Forn Cabré también han sido víctimas de hurtos o intentos de ellos durante estos últimos dos meses. Algunos, aseguran, en más de una ocasión. «No sabemos que hay que hacer, pero esto no es normal», coinciden los comerciantes.

Después de la operación policial en la discoteca de la calle Amargura, la Guàrdia Urbana tiene la calle Ample y especialmente ese local entre sus máximas prioridades. De hecho, no descartan incrementar la presión policial en ese punto para erradicar la problemática. Las mismas fuentes apuntan que se realizan constantes contactos con la propiedad del local.

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