La peatonalización del Raval Santa Anna de Reus se suspende hasta que la situación se normalice

La peatonalización del Raval Santa de Reus tendrá que esperar. La señalización que indica «zona de viandantes» ya está instalada en la plaza Catalunya, en el cruce entre el arrabal y la calle del Doctor Robert. Pero los coches podrán seguir pasando, de momento, sin fecha límite, a la espera que la situación provocada por la crisis del nuevo coronavirus se normalice, según se detalla desde el consistorio reusense.

Después de tres meses de prueba piloto, a partir del 13 de marzo el arrabal tenía que cerrarse al tráfico de vehículos de lunes a sábado de once de la mañana a nueve de la noche. Se trataba de una ampliación de la prueba piloto –llevada a cabo de 29 de noviembre al 29 de febrero– a la espera del proyecto definitivo. Así lo anunciaba el Ayuntamiento de Reus el pasado 9 de marzo, siendo éste uno de los proyectos más importantes del actual equipo de gobierno, según destacan fuentes municipales. No obstante, la entrada en vigor del estado de alarma ha paralizado por completo el proyecto, que ha quedado en el aire sine die. Y es que no tenía sentido que entrasen ahora las normas restrictivas de tráfico en el Raval Santa Anna ante el actual escenario, en el que la movilidad se ha limitado a únicamente casos de necesidad, como ir a comprar, a la farmacia, al banco o ir a trabajar.

Además, desde el consistorio también se avisa de que «desde el sábado día 14 de marzo han quedado suspendidos y se interrumpen los plazos para la tramitación de procedimientos del Ayuntamiento de Reus». Así, que éste no sería el único proyecto afectado.

Como destacan fuentes municipales consultadas, en Reus han quedado paralizadas todas las obras públicas y privadas que se estaban realizando en la vía pública. Esto incluye proyectos como la adecuación del paseo de la Boca de la Mina u obras de iniciativa privada, como la reconstrucción del frontispicio de la emblemática Casa Navàs o los trabajos que se estaban realizando en la fachada de la iglesia de Sant Joan Baptista de Reus con el fin de evitar nuevos desprendimientos, entre otros proyectos que ya se estaban desarrollando o que se preveía que empezasen en los próximos días.

Menos vehículos en el centro

La peatonalización del Raval Santa Anna es una cuestión que se está abordando desde hace meses. El objetivo del consistorio es reducir el tráfico de vehículos por el centro, un primer paso hacia una ciudad «cero emisiones, más coherente con la movilidad, más sostenible y segura», según explicó la concejala de Urbanisme i Mobilitat, Marina Berasategui el 9 de marzo, durante el balance de la prueba piloto. Se realizó entre finales de noviembre y el 29 de febrero, tiempo durante el cual se restringió el paso de vehículos los viernes y fines de semana.

Durante ese tiempo, los comerciantes con los que pudo hablar el Diari ubicados en esta calle señalaron que la medida no había aportado beneficios. Aun así, dieron por hecho que la peatonalización se acabaría implantando y algunos pedían que, al menos, se hiciera un replanteamiento, apostando por cerrar el arrabal a la circulación únicamente los sábados. En este sentido, explicaban –especialmente aquellos negocios que venden productos voluminosos– que se encontraban con limitaciones a la hora de cargar y descargar la mercancía o incluso a la hora de que los clientes comprasen «porque no pueden acercarse con el coche a recoger la compra», se detalla desde una tienda de electrodomésticos.

No obstante, el proyecto tirará adelante y lo hará de lunes a sábado. «Va alineado con la lucha contra el cambio climático», añadía Berasategui.