El pasado 31 de julio, la tienda oficial del CF Reus Deportiu del Pallol echaba el cierre. Una metáfora si cabe, de cómo ha acabado el club de fútbol de la ciudad. La tienda abrió en el centro comercial hace tres años, cuando el Reus debutaba en Segunda A. El cierre ha llegado con el club en tercera división, a la espera de nuevas noticias. Con esto, la panorámica en la planta baja del Pallol queda casi desierta. Tan solo quedan abiertos cinco negocios: Muebles Boom y Joguines Somnis, como tiendas, y la cervecería Ciutat Gaudí Reus, el bar de tapas No Diguis Blat y el reciente Tempus Coffe. Todos ellos, situados en el mismo lado de la planta.
Según Pol Salvadó, presidente de Comerciants del Pallol, la marcha de la tienda del Reus era algo esperado dadas las circunstancias del club, por lo que no considera ejemplar su pérdida. A pesar de ello, la desertificación de esta planta del complejo comercial es un hecho escenificado por el cierre de Supercor, la cadena de electrodomésticos Miró o la macrotienda La Traviata y otros tantos negocios que no han podido permanecer abiertos.
Falta un gran motor
Pol Salvadó, que también es propietario de Joguines Somnis, que lleva en el complejo desde sus apertura en el 2007, desestima que el precio del alquiler sea el motivo de la falta de comercios en la planta baja: «Están bien en relación espacio-precio». Añade que quizás el no ser un espacio de paso peatonal haya influido.
Salvadó considera que para que el espacio remonte hacen falta dos cosas. Por un lado, la consolidación de la zona, «que vendrá de la mano de la construcción del nuevo hotel del Pallol en la plaza Evarist Fàbregas». Y, por otro, «un gran negocio que sirva de motor y atraiga al público, como podría ser un supermercado o una franquicia comercial». A la espera, su negocio es el más longevo en el complejo comercial.