La reforma del Parc de Sant Jordi pasará por abrirlo a su entorno

La apertura de La Fira obliga a reformular una zona con más tráfico de peatones. Los expertos proponen convertir el parque en una zona verde sin barreras y replantear los aparcamientos

19 mayo 2017 20:29 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:55
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La recién apertura de La Fira Centre Comercial ha comportado un cambio en los hábitos de los ciudadanos generando una nueva centralidad en Reus. Además, la mayor actividad y tráfico de peatones en la avenida Sant Jordi obliga a reformular la zona.

Consciente de ello, el Ayuntamiento de Reus –tal y como publicó el Diari– tiene intención de reformar el emblemático Parc Sant Jordi. Por este motivo, en la propuesta de presupuestos del gobierno municipal figura una partida que serviría para destinar recursos al ambicioso proyecto. ¿Y en qué deben consistir estos cambios?

Según los conocedores del caso, lo más prioritario es abrir el Parc Sant Jordi a la ciudad y transformarlo en una gran zona verde integrada a su entorno. «El parque tiene que ser un espacio mucho más accesible en todos los sentidos y sin barreras», explica Josep Maria Solé, arquitecto y profesor de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de la URV. Él mismo pone como ejemplo el vallado que separa el Parc Sant Jordi de la plaza del Univers y que tampoco facilita el acceso al centro comercial. Como barreras urbanísticas también señala el pronunciado desnivel existente si uno quiere dirigirse de la calle Gaudí hasta el interior del equipamiento.

En la misma línea opina también el profesor de la URV Jordi Sardà, quien subraya la importancia de replantear las zonas de estacionamiento de los vehículos en la avenida Sant Jordi y la aplicación de las medidas necesarias para que «los peatones sean los prioritarios ante los coches». En este sentido, manifiesta, deberían aplicarse distintas actuaciones urbanísticas en las aceras que transitan por la avenida, ya que en la actualidad registran un mayor número de peatones, sobre todo los fines de semana.

Se da la circunstancia que los dos arquitectos y profesores de la URV –junto con el director de la Escola de Arquitectura, Pau de Solà-Morales– lideran el estudio De dilluns a dilluns, el fris del comerç urbà. Se trata de un trabajo, todavía en estado embrionario, surgido de un convenio con el Ayuntamiento y que trata el comercio de la ciudad. Como no podía ser de otra forma, dedica un amplio análisis al papel vertebrador e impacto que ha representado la llegada de La Fira Centre Comercial.

Josep Maria Solé y Jordi Sardà coinciden a la hora de manifestar que la puesta en marcha del equipamiento también ha repercutido en una ampliación del centro comercial de la capital del Baix Camp. «Los estudios indican que la gente está dispuesta a andar un máximo de 15 minutos para ir de compras. Y toda la zona desde El Pallol o la calles Llovera y Monterols hasta el Parc Sant Jordi lo cumplen a la perfección», sentencia el propio Josep Maria Solé.

 

Los usuarios del parque

La opinión recogida entre los usuarios del Parc Sant Jordi es variada, si bien muchos de ellos coinciden en la necesidad de mejorar el número y la calidad de los servicios que ofrece y ampliar su espacio verde. Entre ellos estaría Mariona Ripoll, quien considera que el parque debería ganar más vegetación y reducir la parte asfaltada.

Más allá del parque, el consistorio sí que ha realizado algunas actuaciones como, por ejemplo, la regulación del tráfico rodado en las inmediaciones del centro y en la plaza Pompeu Fabra. Más concretamente, se han instalado semáforos regulados con pulsador en cinco pasos de peatones: dos en la avenida Sant Jordi, uno en la avenida Onze de Setembre, uno en la Riera de Miró y uno en la avenida de Marià Fortuny.

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