«La sarna nunca se ha ido. Siempre tenemos casos»

Entrevista a Toni Azón. Este dermatólogo y docente admite cierta angustia en el Sant Joan por el brote pero normaliza la patología: «La sarna es un ácaro y siempre existirá»

26 enero 2018 09:15 | Actualizado a 31 enero 2018 16:26
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¿Cómo se está viviendo el brote de sarna dentro del hospital?

Con un poco de angustia. Cualquier persona que tiene un síntoma ya se piensa lo peor. Lo importante es que el hospital y el servicio de salud laboral están trabajando a pleno rendimiento, para ver quién puede más, si el parásito o nosotros, y seguro que podremos más nosotros, con esfuerzo, voluntad y ganas. 

La sarna suena a enfermedad del pasado. 

Siempre nos llama mucho la atención cuando aparece alguna enfermedad que nos suena a antigua y que pensábamos que nunca volveríamos a ver. Ha pasado con el sarampión en los últimos años, que se han visto varios focos. Pueden influir los viajes o también que haya población que comienza a no estar vacunada. 

¿La inmigración tiene que ver a la hora de que se propaguen enfermedades como el sarampión?
Sí, influye la movilidad. Muchos de los que llegan no están vacunados en su país de origen. A veces los anticuerpos de la vacunación del sarampión pierden eficacia y el cuerpo no es 100% inmune. Eso también es otro factor a tener en cuenta, aunque la sarna no se rige por eso, porque es un ácaro autóctono, de aquí.  

La sarna es vacunable y distinta al sarampión o la polio. 

Sí, aunque puedan parecer enfermedades del pasado también. Yo le digo al que tiene sarna que esté contento, porque sabemos lo que le pasa, cosa que a veces no ocurre a la hora de encontrar un diagnóstico concreto, y porque se curará. En mi consulta veo casos de sarna. Sobre todo en centros hospitalarios o residencias de abuelos hemos encontrado casos, pero no salen a la luz y la gente piensa que no existen. Cuando se visualizan en forma de brote parece una debacle, pero no lo es. 

La sarna nunca se ha erradicado. 

Es una enfermedad que nunca ha desaparecido y que en función de la época somos más o menos conscientes de ello. No es una dolencia que se haya ido y ahora vuelva. Siempre ha estado, siempre ha habido episodios, con pacientes sueltos y algunos repuntes. Hablamos de un ácaro que sigue vivo y existiendo entre nosotros. Lo estará siempre. 

¿A qué se deben estos brotes?

El problema es que en algún paciente no se le detecte y tenga capacidad de transmitir la enfermedad. Si pasa en una residencia de abuelos puede ir propagando la infección. Otra cosa es ese vínculo antiguo con las guerras, con la pobreza, donde estas enfermedades campaban a sus anchas. Donde hay hacinamiento y mala higiene podía haber sarna, y lo mismo pasaba con el cólera. Ahora hablamos de una sarna de gente limpia, con comodidades, pero que se puede extender si se demora el diagnóstico.

¿Qué ha podido suceder en el brote de Reus?

El servicio de salud del hospital está intentando tirar del hilo, con un trabajo de investigación en los lugares afectados. El problema principal es que no se diagnostique a tiempo y que alguien que lleva la enfermedad la transmita.

¿Habrá más casos?

Es una lucha entre el hombre y un parásito que sobrevive en la piel humana, pero es algo temporal. Podrán surgir más casos en el hospital, pero se acabará conteniendo el brote, aunque la sarna no acabará nunca. Es un ácaro para el que no hay vacunación. Tampoco hay más brotes, lo que pasa es que ahora los circuitos de detección funcionan mejor y se publicita más. La clave es buena higiene y un diagnóstico precoz. 

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