La venta del Hospital de Reus a la Generalitat rebajará 53 millones la deuda municipal

El consistorio espera cerrar el año con un endeudamiento de 122 millones. También recuperará Pich Aguilera

25 enero 2020 20:20 | Actualizado a 29 enero 2020 10:41
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Reus pondrá punto y final durante los próximos meses a un modelo sanitario que viene desarrollando desde la década de los años 80 con la venta del Hospital Sant Joan a la Generalitat. Desde su anuncio a finales de año, la decisión ha generado opiniones contrapuestas. Los más críticos denuncian la pérdida de la capitalidad sanitaria que ejercía la ciudad en el sur de Catalunya, mientras que desde el gobierno siempre se ha defendido que la operación era necesaria para no arruinar las arcas municipales.

En este sentido, que el Servei Català de la Salut (CatSalut) pase a ser el único gestor y propietario del Hospital de Reus soluciona la vertiente económica de un plumazo. Sobre todo porque hace desaparecer tanto el déficit que generaba el centro hospitalario como la deuda millonaria que arrastraba su construcción. Según los datos que baraja el propio Ayuntamiento, la operación de traspaso rebajará la deuda de la ciudad con las entidades financieras en unos 53 millones de euros.

El impacto será inminente. Si el calendario anunciado se cumple y todo sigue el guión previsto, desde la concejalía de Hacienda esperan cerrar este año con un endeudamiento de 122 millones de euros – que serían 166 millones en caso de no producirse la operación –. La cifra de la deuda municipal continuaría descendiendo exponencialmente en 2021 con una previsión de cierre del ejercicio con 109 millones. Por lo tanto, la línea descendiente de los últimos años todavía se acentuaría más y, con total probabilidad, Reus dejaría de figurar en la lista de los municipios con una mayor deuda per cápita del Estado.

El CMQ se queda solo

Junto al enorme impacto que tendrá la venta del hospital de Reus a nivel financiero hay que añadirle, en primer lugar, la recuperación de la antigua fábrica de Pich Aguilera, situada entre la calle Jacint Barrau y la avenida President Companys, y que ahora regresa a su propiedad sin la deuda que se arrastraba con los bancos. Una realidad que, el alcalde de Reus, Carles Pellicer, declaró que abría «nuevas posibilidades» para las finanzas municipales.

Después está la transformación que representará sobre el organigrama municipal. Éste verá desaparecer todo el entramado de empresas municipales del ámbito de la sanidad: Sagessa, Ginsa AIE, Gecohsa y Laboratori de Referència. El consistorio sólo mantendrá la propiedad sobre el Centre Mèdic Quirúrgic (CMQ), que abrirá las nuevas dependencias de la calle Sant Joan en abril, y mantendrá activas las fundaciones.

La desaparición del conocido Grup Salut dejará al CMQ como única sociedad municipal en el campo sanitario que dependerá directamente de la junta general del Ayuntamiento, tal y como operan Reus Serveis Municipals; Reus Transport y Reus Esport i Lleure. Un cambio en el organigrama que el gobierno municipal (JxReus, ERC y Ara Reus) no tendrá problema en modificar y que representará el primer cambio profundo desde que se produjera la transformación societaria condicionada por la Ley LRSAL y con la voluntad de poner fin al modelo Innova.

200 millones menos en 8 años

Echando la vista atrás, también resulta importante recordar de aquellos tiempos los complicadísimos momentos económicos y financieros por los que pasaba el Ayuntamiento de Reus a mediados de 2012, cuando su deuda estaba desbocada –alcanzaba los 405 millones de euros– y superaba la ratio legal permitida del 110% – en estos momentos se estaría entorno al 60% –.

Fue entonces cuando el gobierno en coalición CiU-PP de entonces decidió solicitar el Plan de Ajuste (36,6 millones de euros) al Ministerio de Hacienda para pagar las facturas atrasadas a los proveedores. Tampoco hay que olvidar que el consistorio tenía el grifo del crédito cerrado y que los rumores sobre posibles cierres de servicios o sociedades municipales eran constantes. Todo ello, además, sin olvidar el estallido del caso Innova.

Según los últimos datos, el endeudamiento con las entidades bancarias de aquellos años comparado con el del cierre de 2019 se habrá reducido en 200 millones de euros tras un conjunto de medidas de contención y de reducción del gasto financiero.

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