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La Audiencia de Tarragona empezará a juzgar lunes un hombre que está acusado de clavar una hacha a la cabeza de un vecino en Arbolí (Baix Camp), el 26 de febrero del 2016.
Según el fiscal, en el momento de los hechos el acusado se encontraba en un estado de descompensación clínica, con crisis psicòtica, y presentaba un trastorno mental grave.
En concreto, sufría de esquizofrenia de tipo esquizoafectiva de más de diez años con evolución negativa, lo cual provocó una alteración de su juicio de la realidad y anuló sus capacidades.
Así, en el estado que se encontraba, el acusado se dirigió a su vecino, trayendo a la mano una hacha de uso doméstico, y, con el ánimo de causarle la muerte, le clavó a la cabeza, hecho que le provocó graves lesiones sin llegar a producirse la muerte.
El fiscal pide la absolución del acusado por el delito de asesinato en grado de tentativa, pero interesa su internamiento en un establecimiento adecuado a la alteración psíquica que se aprecie, por un tiempo que no podrá exceder los 15 años.
En el momento de los hechos, el acusado tenía 46 años y, la víctima, 79 años. Los dos vivían en la misma calle. A media mañana, el presunto agresor le propinó al menos tres golpes de hacha a la cabeza y en la espalda, dejándolo muy mal herido, y se cerró en casa.
La víctima la tuvieron que trasladar en helicóptero al Hospital Joan XXIII de Tarragona y, actualmente, presenta hemiplejia y va en silla de ruedas como consecuencia de las heridas. Por su parte, el agresor ingresó a la unidad psiquiátrica de un centro penitenciario.
El suceso trastornó a los vecinos de este pequeño pueblo del Baix Camp. Dos excursionistas fueron las primeras personas al dar la alarma al ver que dos hombres se estaban peleando con una hacha en medio de la calle.
Más de 160.000 euros de indemnización
El juicio arrancará el próximo lunes, 23 de abril, y está previsto que se alargue hasta miércoles. La fiscalía también solicita que el acusado indemnice la víctima con 17.900 euros por los días de baja y hospitalización, además de 143.000 euros por las secuelas. A todo esto, hay que añadir los gastos que haya tenido que afrontar la víctima para adaptar su vivienda.
