Siete días después del asesinato de un reusense de origen albanés Fatmir A. las escasas pistas que los agentes del Area d'Investigació Criminal (AIC) de los Mossos d'Esquadra aparecieron chamuscadas en Mont-roig del Camp, han confirmado fuentes conocedoras del caso al Diari.
Un coche calcinado debajo del puente de la Riera de Riudecanyes, en T-310, encaja en la investigación iniciada esa misma madrugada a raíz del crimen perpetrado en la esquina de la calle Josep Prous i Vila con Ronda Subirà, en el barrio del Carrilet Reus.
El vehículo salió de Reus y cogió la carretera T-310, que conecta la capital del Baix Camp con Riudoms, Montbrió, Mont-roig y Pratdip. Los ocupantes del vehículo buscaron un lugar para deshacerse del coche y del arma y lo encontraron debajo de un puente de la T-310.
En un lado de la Riera de Riudecanyes, le prendieron fuego y se marcharon. Se desconoce si allí había un segundo vehículo para la huída o como se marcharon del lugar.
El incendio se mantuvo activo hasta la mañana siguiente, cuando dos dotaciones de Bombers de la Generalitat acudieron a la llamada de emergencia. El aviso fue a las 11.24 horas y aparte de terminar de apagar el coche, los bomberos sofocaron dos zonas de vegetación de unos 100 metros cuadrados.
Aunque se habló de un Peugeot 206 negro, según algunos testigos, lo cierto es que el vehículo que empezaron a buscar por las carreteras esa misma madrugada del día 5 era un todoterreno oscuro. Bombers ha explicado su actuación, pero carecía del modelo de coche que ardió debajo del puente de la T-310.
La pistola y este cargador se analizan en el departamento de balística para comprobar si coincide el calibre y las estrías del cañón con las balas que se sacaron del cuerpo del albanés. El fuego podría haber eliminado cualquier huella de los autores, aunque esta es la primera pista "sólida" del caso.