«Los bancos no pueden echar a los mayores al cajero y que se las apañen»

«En mi caso, en dos años he tenido que cambiar tres veces de oficina y, cuando uno quiere ir, los bancos tienen un horario muy breve y no puede ser que a la gente de edad que necesita hacer gestiones se la tire al cajero o se le diga que debe hacerlas desde casa y ya se apañará, porque muchos no se aclaran», lamenta Alfred Maza, secretario de organización del sindicato USITAC, a través de su Federació de Jubilats. «¿Qué pasaría si, debido al trato deshumanizado de los bancos hacia los mayores, nos uniéramos y decidiéramos cancelar nuestras cuentas?», se pregunta. El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, conoce bien el problema «porque lo hablo con otros vecinos y porque a mí mismo también me afecta» y apunta que «es un despropósito la atención que prestan los bancos a las personas mayores».

La digitalización y el cierre de sucursales ha llevado a que «en zonas como Sol i Vista, Pelai o Montserrat sea muy complicado encontrar siquiera un cajero», explica Massó, que subraya que «igualmente una máquina no es la solución porque usarla no es fácil, a veces no funcionan y es frecuente que la gente mayor se líe o se desconcierte». Por su parte, Maza apunta que «muchos jubilados están teniendo dificultades para sacar su pensión por estas cuestiones, y acaban viéndose en el cajero preguntando a alguien que pasa por allí y que no tiene por qué tener buena fe».

«El punto de deshumanización al que hemos llegado es muy lamentable, y no lo decimos por el personal de las sucursales», añade desde la Federació de Jubilats de USITAC, y recuerda que «en los años 70, la pensión se cobraba directamente en las oficinas del INSS y los recibos de suministro se podían pagar en las propias compañías. Si volviéramos a eso, ¿qué pasaría en los bancos? Evidentemente, esto sería un caos». Para Maza, «la gente mayor seguramente no somos accionistas bancarios pero sí que con nuestras nóminas antes y, ahora, con nuestras pensiones, también hemos contribuido a que esas entidades tengan los activos que tienen, y solamente les pedimos un trato afable».

‘Vuelva usted mañana’

Por su parte, Massó añade que «en las sucursales no hay suficiente personal ni un horario adecuado y fuera, en los cajeros, se forman largas colas; y hacer gestiones complejas como son las bancarias por internet no es una opción para quienes no lo dominan; necesitamos que se nos atienda». «Al final, se impone aquello de ‘vuelva usted mañana’, pero es imprescindible que se resuelva el tema de la atención personal y, además, no restringir así los horarios, más allá de que haya al menos un cajero en zonas donde ahora es imposible encontrar bancos», concluye.