Los comerciantes de Reus apuestan por un modelo de negocio híbrido

Defienden que lo ‘online’ les permite complementar el servicio físico y les ayuda a ser más competitivos

05 diciembre 2020 06:30 | Actualizado a 06 diciembre 2020 10:10
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El tejido comercial de la ciudad se ha caracterizado, históricamente, por ser compacto, un ‘centro comercial’ donde caminar al aire libre. Reus fue un polo de atracción para los habitantes de otros municipios, creando así tendencia. Con la llegada de grandes marcas, la convivencia de los negocios de siempre y las cada vez más franquicias, fue funcionando, dando lugar a un comercio potente; uno que seguía dando vida a las arterias comerciales principales, como la calle Llovera, Monterols, Tomb de Ravals, etc.

La llegada de La Fira Centre Comercial, por otro lado, trajo consigo nuevas formas de entender el comercio, insólitas hasta el momento en la capital del Baix Camp. La idea de lo compacto se fragmentaba para traer cambios. Dicha aparición, sumada a otros factores y a la irrupción de las tecnologías en el comercio –con hábitos diferentes de compra y de pago, incluyendo las redes sociales y aplicaciones para móvil como plataformas hábiles de comunicación y de gestión de compra– han supuesto un antes y un después, por no hablar de la adaptación que han tenido que asumir los comercios a raíz de la pandemia.

La desertización comercial en el casco antiguo se ha hecho visible, pero también lo es la lucha de las personas emprendedoras que han podido mantener su actividad. Con el objetivo de ser más competitivos y estar al día, numerosos negocios de Reus trabajan pensando en un universo híbrido, compuesto por la venta física y la que tiene lugar online.

Abogan por el e-commerce, o comercio electrónico, para ofrecer una atención más completa donde el cara a cara es siempre el añadido. De esta manera, transmiten valores como la confianza y el trato humano.

La tienda de discos H-Records –también sello discográfico que opera a nivel mundial– es un ejemplo, aunque empezó en el ámbito virtual antes de abrir tienda física. Lluci Rostra, emprendedor al frente, defiende la convivencia de ambas esferas. «Este sector es muy específico, el 99% de los clientes les gusta mirar los discos y vinilos en físico para ir descubriendo grupos y cantantes nuevos. Aunque también hay mucho público, hay que destacar el extranjero, que compra por la web, como es natural. Con el Covid-19, la venta online ha aumentado en mi negocio y el anzuelo es ir publicitando novedades en redes sociales y web. Eso requiere dedicación», manifiesta.

Últimamente, tiene muchos pedidos online en Tarragona y Montblanc, entre otros municipios, a raíz de las restricciones de movilidad los fines de semana. «La alternativa de e-commerce siempre es flexible y competitiva. En momentos de confinamiento, ha facilitado la compra a mucha gente», resuelve. La logística del envío de pedidos también es otro asunto que remarca como tarea en la que hay que invertir tiempo y esmero. «Con los años, aprendes mucho sobre la protección de los discos y vinilos, son muy delicados y es importante adquirir cajas especiales y cuidarlos. El cliente aprecia mucho eso y, que personalices la entrega con ciertos detalles todavía más», asegura. De hecho, tiene 1.500 clientes registrados y «sabría decirte nombre y apellidos de 1.000», dice Rostra. Y es que, conocer al cliente es para él obligatorio.

Agruparse como alternativa

Crear un entorno comercial online no tiene que ser en solitario, agruparse es una alternativa. En este caso, la Llibreria Gaudí se estableció en una red de librerías independientes llamada Libelista hace cuestión de unos años y, a través de la plataforma, ponen al alcance del cliente un servicio de venta digital. «Nos lo ofrecieron y como no teníamos web, nos pareció bien; el libro te lo traen a casa. A pesar de las facilidades, no registramos un gran volumen de ventas si lo comparamos con el grueso de la venta presencial», expresa Montsant Fonts, de la Llibreria Gaudí. También valora que, a veces, es más ágil adquirir o encargar un libro pasando por la tienda. «Durante el confinamiento, cerramos y, además, no quisimos exponer a los riders. Por ello, también aplaudimos la iniciativa ‘Llibreries obertes’, en la que los lectores podían comprar libros, pero tenían que esperar a que el negocio volviera a abrir para tenerlos. Es una manera de concienciar», opina.

Fonts diferencia entre tener presencia online y tener un e-commerce. «Va en función del sector y de tus necesidades. Al menos en nuestro caso, las redes sociales son un canal más, ayudan a complementar el servicio. Pueden encargarnos libros y damos un trato personalizado», apunta.

 

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