Los comercios de Reus confían en que las cámaras de vigilancia reduzcan los robos

El Ayuntamiento ha instalado esta semana cuatro dispositivos entre las calles de Jesús y del Vent

17 mayo 2019 07:29 | Actualizado a 25 mayo 2019 19:10
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Las calles Jesús y del Vent ya están equipadas con cámaras de vigilancia –dos en cada calle–, con previsión de que se pongan en marcha en breve y de que queden conectadas las 24 horas del día con la renovada comisaría de Guàrdia Urbana. Se trata de dos importantes ejes comerciales del centro de Reus y también donde la inseguridad ha ido in crescendo en los últimos años, con reiterados hurtos y robos que han puesto en alerta vecinos y comerciantes de la zona, que desde hacía tiempo pedían tomar medidas de seguridad. 

Con la instalación de estos dispositivos esta misma semana, los comercios respiran algo más tranquilos. «Creo que pueden servir para disuadir las problemáticas», opina Albert Català desde la tienda de deporte Casa Català, en la calle del Vent, aunque los comerciantes también reclaman más presencia policial a pie: «Últimamente vemos más agentes de Guàrdia Urbana, pero creemos que se debe trabajar más este aspecto», consideran Ana Egyed e Irene Balmon desde el estanco de la calle del Vent.

Éstos no son los primeros dispositivos que el Ayuntamiento de Reus instala en la ciudad. A finales de 2017, los operarios ubicaron cinco cámaras de vigilancia en el barrio Mas Abelló. Era una medida novedosa y se iniciaba a modo de pruebas. Hace un par de meses, desde el propio consistorio se hacía un balance positivo de la activación de las cámaras y anunciaba un plan de videovigilancia para reforzar la seguridad en la vía pública en distintas zonas.

La primera fase del plan se ha llevado a cabo esta semana con la instalación por parte de los operarios de cuatro cámaras de vigilancia en las calles Jesús y del Vent. Especialmente significativo es el primero de los casos, ya que era una medida muy demandada por los vecinos del barrio del Carme. En su día, incluso llegaron a registrar una petición en las oficinas de la OAC «para terminar con la oleada de robos que sufre el barrio». También exigían más presencia de la Guàrdia Urbana patrullando las calles. 

«Todas las medidas son buenas», destaca Araceli Paz desde la joyería Joiart, en la calle de Jesús. Recuerda que en su establecimiento ha habido algún intento de robo y asegura que la «sensación es que no hay cuerpos policiales cerca». «Puede ser una buena medida, de la misma forma que en mi tienda también hay cámaras de seguridad», explica el propietario de la librería Galatea, Joan Peñas, desde la calle de Jesús.

Inversión de 15.000 euros

La primera fase del plan de videovigilancia ha contado con una inversión de unos 15.000 euros y se espera que siga adelante en cinco zonas más detectadas como de especial sensibilidad en materia de seguridad. Estas son: la calle Sardana y la plaza Comte de Reus; plaza Teresa Miquel i Pàmies; plaza de la Cultura i de la Pau; plaza Anton Borrell y la pista deportiva de la calle Llorenç Milans del Bosch. «Las cámaras en la vía pública son una herramienta más, con una gran capacidad de disuadir; y que complementan el servicio de proximidad que presta el cuerpo de la policía local», explicaba en su día Joaquim Enrech, concejal de Seguretat.

Para llevar a cabo la implantación del plan de videovigilancia, el consistorio ha tenido que tramitar las autorizaciones con la Comissió de Control de Dispositius de Videovigilància de Catalunya y con la Dirección General de l’Administració de Seguretat del departamento de Interior de la Generalitat.

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