Los delincuentes de clausura que cuidaban 2.000 plantas de 'maría' en un polígono de Reus

Los detenidos no salían casi nunca de una nave industrial de la calle Paletes y complicó la investigación de Mossos. Los tres fueron detenidos y el juez los ha enviado a prisión

26 octubre 2021 12:50 | Actualizado a 30 octubre 2021 20:32
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Mossos d’Esquadra de la Unitat d’Investigació (UI) de Tarragona localizaron una nave en la calle Paletes, en el polígono industrial L’Alba, en la parte que corresponde a Reus, con cerca de 2.000 plantas de marihuana, casi todas en proceso de secado y con cerca de 60 quilos de cogollos cuantificados además de otros seis kilos de cogollos ya totalmente listos para su manipulación.

La operación policial se llevó a cabo el pasado 18 de octubre y se arrestó a tres hombres, entre 27 y 32 años de edad, acusados de un delito de salud pública y otro de defraudación de fluído eléctrico.

El descubrimiento de esta plantación indoor fue fruto de otras investigaciones en curso que la Policía Autonómica tiene entre manos por el territorio. Según fuentes de la investigación, el interrogatorio a otros sujetos vinculados a grupos criminales dedicados al tráfico de marihuana ‘delataron’ la existencia de esta nave en el polígono L’Alba y una vez conocido su paradero, se inició una actuación con permiso judicial previo para entrar.

La primera parte del operativo fue recabar información de la nave y el movimiento de personas. Los agentes destinados admitieron que fue difícil conocer qué había dentro, puesto que no se observaron muchos movimientos de personas. Luego se descubriría que los tres detenidos vivían casi en régimen de reclusión en la nave y raramente salían de ella.

La caja dentro de la caja

El día en que se autorizó la entrada en la nave, los agentes se sorprendieron de la sofisticación de la infraestructura más que por el número de plantas de marihuana que tenían.

El invernadero era una nave dentro de la nave, una estructura aislada para protegerla de cualquier sospecha. Además, los tres detenidos, todos extranjeros y uno incluso con una orden en vigor de los carabinieri italianos, habían excavado un túnel desde el interior de la nave hasta la caja de conexión eléctrica de la calle y una vez realizado el empalme lo habían tapado, impidiendo desde el exterior de la nave industrial cualquier sospecha de que dentro se estaba cometiendo un delito.

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