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«De repente, mi cabeza convierte aquel momento en una fotografía y la tengo que colgar», comenta Ingo Loose. Así es como funciona la mentalidad de los conocidos como instagramers (o igers), los apasionados de la red social Instagram, que ha revolucionado el mundo de la fotografía y ha traspasado su función inicial de compartir experiencias para convertirse en una potente herramienta de influencia.
A Ingo, junto a dos reusenses más, Ariadna Brunet y Tona Tarragó, se les ha puesto entre ceja y ceja conseguir que la cultura del Instagram se consolide en la ciudad y para hacerlo han creado recientemente una nueva cuenta que pretende reactivar el movimiento en la ciudad, siendo conscientes de que Reus tiene un buen caldo de cultivo. Se trata de @igers_reus, ya que aseguran que la otra cuenta que ya existía de @igersreus hace meses que no está activa.
Los retos ‘instagramers’
¿Y qué pretenden? De entrada, según explica el instagramer Ingo Loose, conocido por su nick @ingocat, «crear una galería de fotos bonitas con los dos hashtags de Reus, hacer retos con la adhesión de los comercios de la ciudad y participar en las actividades culturales. De hecho, asegura que en breve se quieren poner en contacto con el Ayuntamiento de Reus para ponerse manos a la obra.
Por ahora, ya se ha activado el primer reto. La etiqueta #igers_reus_estiu propone a los usuarios que cuelguen fotografías mostrando qué hacen durante el verano. La imagen ganadora obtendrá un premio: un vale regalo de la tienda que patrocine este reto. Y para la próxima semana ya hay otra actividad programada.
«El problema es que Reus e Instagram todavía no se han encontrado», dice Ariadna Brunet (@ariadnabrunet). Ella es estudiante de fotografía y encontró en esta herramienta una manera de hacer visible en todo el mundo su trabajo. «No quiero ser una esclava de la red, ni ganar dinero con esto. Yo cuelgo una fotografía como quien hace un tuit cada día». Y de hecho, Brunet empezó en enero de este año un proyecto en el que cuelga una fotografía diaria como un reto personal. Mientras que a Ingo le fascinan las fachadas de la ciudad, ella opta por «mostrar elementos de Reus que van más allá de la Casa Navàs. Me encanta mostrar la Festa Major, los niños que miran a los gegants maravillados o rincones que no son tan conocidos».
De hecho, la plaza del Mercadal, donde se concentra una buena parte de las actividades culturales de la ciudad, se lleva el mayor número de publicaciones: 700 en total. La sigue la plaza de Prim, que llega a las 230 fotografías.
En cambio hay quien, prescindiendo de los lugares de la ciudad, se lleva por todos lados un trozo de Reus representado en un objeto como una botella de Plim. El instagramer Joan Masdeu (@joanmasdeureus) -que no es el cantante antes de que se lo pregunten- cada jueves, desde hace más de un año, sube una foto con la botella de Plim. «Cuando me enteré que querían cambiarle el nombre, compré un stock de 35 botellas y pensé que mi manera de defenderla era esta», explica Masdeu. Así que, vaya donde vaya, se lleva una. «Fui al Camino de Santiago con un Plim en el bolsillo», comenta.
Una ciudad y dos cuentas
Reus empieza justo ahora a movilizarse para conseguir una comunidad potente, pero la dualidad de dos cuentas no sabemos si ayuda o perjudica. Después de la inactividad de la cuenta @igerreus, otro grupo de jóvenes ha decidido crear la de @igers_reus. Pero ninguna de las dos es oficial ni pretende que lo sea, asegura Loose. ‘Igers’ se ha colado en el diccionario de los instagramers y detrás está el proyecto creado por Philippe González que ha reunido a usuarios y comunidades de todo el planeta. Su marca Instagramers acaba decidiendo si una cuenta es oficial o no.
El impacto de Instagram
El éxito de Instagram como red social ha sido tan sólido que ahora empresas importantes y marcas turísticas lo utilizan para penetrar entre sus clientes. De aquí surgen los usuarios sugeridos como @ingocat que, con 31.000 seguidores, lo invitan a eventos y lugares para que haga promoción. «Han visto que es una muy buena herramienta de marketing y las empresas se miran los marcadores de Instagram», asegura Ingo Loose. Así, mientras unos utilizan la red para autopromoción, otros se convierten en prescriptores de marcas turísticas que ven en Instagram una forma de llegar al público a través de la influencia de los instagramers con miles de seguidores.
