Los ladrones del jamón vuelven a Reus por Navidad

Tres hombres rompen el cristal de una charcutería e intentan sin éxito arrancar la verja metálica. Iban en busca de los manjares del escaparate.

01 diciembre 2017 19:03 | Actualizado a 04 diciembre 2017 13:35
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Los propietarios de la Xarcuteria Cansaladeria Salvadó Pàmies, con tiendas en la calle Catalunya y Ample de Reus, están que se suben por las paredes.

Cada año alguien intenta robarles en uno u otro negocio por estas fechas prenavideñas. Los ladrones buscan dinero, pero hay otras joyas suculentas en sus escaparates que tienen un valor añadido: jamones o embutidos de bellota o ibéricos.

Los propietarios de este negocio son conscientes de que las mejores viandas deben verse desde la calle para seducir a los estómagos de los peatones. Y entre ellos siempre hay alguien a quien se le hace la boca agua y lo desea sin pasar por caja.

Hay jamones de bellota, paletillas ibéricas, embutidos variados que cuestan su dinero y a esta familia de carniceros le tiemblan las rodillas cuando llegan estas fechas tan señaladas.

Sin ir más lejos, esta pasada medianoche ha habido un intento de robo sin éxito. Tres sujetos, dos en una Scooter y uno a pie querían llevarse los jamones del escaparate sin esperar a que abrieran la tienda esta mañana.

Un rollo de bolsas de plástico grandes (localizado encima de un capó de coche) señala que los ladrones querían esconderlos de la vista una vez obtenido el botín.

El local que han intentado asaltar está en el número 3 de la calle Catalunya, en el barrio Fortuny. Han roto el cristal del escaparate, pero no han podido abrir la persiana metálica con las manos.

Tenían plan B. Tenían una cuerda y han atado un extremo a la motocicleta y el otro a la verja, logrando que ésta cediera parcialmente.

Aunque la alarma no ha sonado, lo cierto es que el escándalo provocado por la rotura del cristal de la carnicería y el intento de arrancar la verja (como en las películas americanas, pero sin todoterreno) ha permitido que alguien en el vecindario llamara al 112 y los Mossos se personaran al lugar indicado.

El botín seguía dentro y sólo los daños materiales demostraban que alguien había intentado entrar por la fuerza en la carnicería. Hasta las tres de la madrugada uno de los propietarios no ha podido volver a la cama seguro de que el negocio estaba de nuevo cerrado.

Los propietarios han explicado al Diari que no es la primera vez que sufren robos o tentativas como la de esta madrugada. De hecho, la verja que se ha recolocado de madrugada se instaló en 2015 tras un robo de jamones y dinero.

"Hace dos años entraron en este local de la calle Catalunya y el año pasado lo lograron en el otro negocio de la calle Ample", explican los propietarios, que ya no saben qué hacer. Cuando llega la Navidad, la alegría de unos parece la pesadilla de estos reusenses.

El okupa y su rastro de sangre

Sin ir más lejos, en 2015, los ladrones que se llevaron los jamones se cortaron en el cristal que habían roto del escaparate. La sangre del herido llevó a los agentes hasta el portal de enfrente, donde vivían unos okupas. Algunos jamones se encontraron en el rellano, pero no se pudo hacer nada con los que estaban dentro de la casa, explican.

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