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La indignación de la quincena de paradistas del Mercat del Carrilet de Reus es mayúscula. Este miércoles asistieron a una reunión convocada por Ayuntamiento y poco después se hacía público: el equipamiento cierra puertas definitivamente el verano del año que viene. «Ya lo tenían decidido de hacía tiempo y no nos han dado opción de diálogo», denuncia Tonyi, desde la pollería Felisa. Ella y su compañera llevan un crespón negro y en su parada hay un cartel colgado en el que se puede leer: «El Ayuntamiento de Reus quiere que este mercado muera». Tonyi aclara el porqué de este mensaje: «La mayoría de paradas que están vacías cerraron hace años. El Ayuntamiento no las ha subastado para que fuesen ocupadas». La vinculación de Tonyi en el mercado viene de lejos. «Empezó mi madre en el Mercat Central. Cuando abrió el Carrilet (en 1983) estuvimos un tiempo con una parada aquí y otra en el Central. Ahora, sólo tengo ésta», explica.
El sentimiento general que se respiraba ayer era de desamparo y denunciaban «las formas en las que se han hecho las cosas». «Han dicho que nos ofrecen parada en el Mercat Central, pero esto no es verdad», exclama otra paradista, Neus Sanz. En este sentido, detalla que la única opción que les han dado es presentarse al concurso que abrirá en breves el Ayuntamiento, en el que se subastarán las paradas vacías del Central. «Pero no tenemos ningún tipo de prioridad. En el caso que consiguiéramos parada, entonces tendríamos un descuento del 50% del valor de la concesión, que es de unos 15.000 euros la parada. Además de pagar la inversión necesaria, el canon, la luz, el agua... Es inviable», denuncia Sanz, quien también critica que se haya dicho «que todos tenemos sitio». La joven aclara que está establecido por normativa el límite de actividad por sector en los mercados en función de su superficie, con el fin que haya variedad de género.
Por todo lo detallado, los paradistas con los que ayer pudo hablar el Diari rechazan ir al Mercat Central. «Además, nuestra clientela está en el Carrilet», añade Tonyi, quien opina que le será mejor invertir en habilitar su propia pollería en el barrio. De hecho, los clientes señalan que en el zona no hay tiendas de productos frescos, por lo que exclaman que el cierre del Mercat del Carrilet «es una gran pérdida». Desde Pollastreria Dolors, Magí Olivé ayuda a su madre en su tiempo libre. «Estoy acabando de estudiar, mi madre tiene otro trabajo y mis hermanos ya tienen empleo. En 2021 cerraremos», aclara Olivé, quien dice que el final se avecinaba desde hacía tiempo.
Meses atrás, el Ayuntamiento aseguraba que su intención era relanzar el mercado y su entorno a través de una gran transformación que estaría liderada por un supermercado. Según informó este miércoles el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, las negociaciones no habrían llegado a buen puerto, por lo que, en 2021 –una vez terminado el plazo de dos años del nuevo contrato de arrendamiento firmado con los paradistas el junio pasado–, el Mercat del Carrilet cerrará tras casi 40 años de historia.
