La estabilidad económica de los paradistas del Mercat Central y del Mercat del Carrilet pasa no solo por un plan de reforma integral por parte de la empresa Reus Mobilitat i Serveis SA, que gestiona y administra los mercados municipales, sino también por un cambio de dinámica de las propuestas de venta de los productos de los diferentes negocios que forman el tejido comercial de las instalaciones.
Durante los últimos tiempos, los paradistas se han ido adaptando a las nuevas exigencias de los clientes. Los negocios venden más productos de proximidad. Para Vidal es importante hacer esta transición: «ahora la gente se cuida más y pide menos productos procesados o envasados, que son los que se encuentran en los supermercados». La calidad del producto que se vende es esencial para los paradistas, de ello depende su negocio, así que cada vez es más fácil encontrar productos ecológicos e indicados para seguir una dieta más saludable.
Además, también se ofrecen platos precocinados para los clientes que no tienen tiempo de cocinar. Y también se venden más productos delicatesen. Los mercados de Reus se encuentran con la tesitura de «ofrecer más que producto», señala Vidal, que es consciente que los paradistas tienen que reinventarse para subsistir. Así que, mejorar los servicios de cara al cliente, es una acción que puede dar resultado para hacer que el cliente «viva una experiencia» en comprar al mercado.
Relevo generacional
La batalla que luchan los paradistas es constante. De hecho, en los mercados municipales también se está dando la paradoja del relevo generacional de los clientes. Los paradistas constatan que los hijos siguen los pasos de los padres que toda la vida han sido clientes de los mercados, pero también se dan cuenta que es difícil captar público joven que nunca haya tenido contacto con los mercados. Así, los paradistas ven la necesidad de ofrecer más servicios para aumentar la clientela.