Los refugiados de Open Arms en Reus buscan piso tras meses en un centro de acogida

Reus Refugi ha iniciado una campaña para ayudar a una treintena de estas personas a encontrar una vivienda de alquiler

13 diciembre 2018 08:22 | Actualizado a 14 diciembre 2018 11:58
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El pasado mes de agosto, Reus acogía a una treintena de refugiados procedentes del barco Open Arms. Un número que después se amplió con una veintena más. Desde entonces, todos ellos viven en el centro de acogida puesto en marcha en la ciudad y que gestiona la ONG Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) gracias a la financiación que recibe del Ministerio de Trabajo, Migración y Seguridad Social a través de un programa de acogida e integración de solicitantes. 

Cuando se cumplen unos cuatro meses de su llegada, los 30 primeros refugiados se encuentran con la necesidad de buscar un piso de alquiler, ya que su estancia en el centro de acogida termina el próximo mes de febrero. Esto es así porque el programa impulsado por el Gobierno Central contempla que, pasado medio año, estas personas se independicen y administren ellos mismos la ayuda económica que seguirán percibiendo otros seis meses. 

Desde la asociación Reus Refugi alertan de la dificultades que están  encontrando estas personas para dar con una vivienda o habitación de alquiler y, además, con el añadido de que sólo disponen de dos meses de tiempo. Por todo ello, desde la entidad han iniciado una campaña en las redes sociales para ayudarles a encontrar un sitio donde poder vivir. 

«Estamos ante una de las fases más complicadas del proceso de acogida porque la cuestión de los pisos está siendo un problema». Eduard López es uno de los responsables de Reus Refugi que está al frente de la campaña que ha arrancado hace escasos días. López quiere hacer un llamamiento a la ciudadanía a contactar con ellos a través de su correo reusrefugi@gmail.com si disponen de viviendas o habitaciones de alquiler libres. 

En este sentido, otra de las integrantes de la asociación destaca que desde el CEAR garantizan el pago del alquiler los seis primeros meses. «Es importante subrayarlo porque entendemos que es un handicap importante a la hora de alquilar un piso a personas que no son de aquí y no tienen trabajo», manifiesta, sin dejar de apuntar que pueden vivir en cualquier municipio de la zona. Los integrantes de Reus Refugi también tienen pendiente reunirse con las concejalías de Serveis Socials y Participació del Ayuntamiento de Reus. 

Así pues, a partir de febrero del año que viene se abre un nuevo periodo para las personas refugiadas. Y es que no sólo deberán empezar a vivir por su cuenta sino que también tendrán que encontrar un trabajo. De hecho, desde su llegada reciben clases de idiomas (catalán y castellano) y, en estos momentos, también participan en alguno de los cursos que imparte el Mas Carandell como, por ejemplo, el de manipulación de alimentos.

Su objetivo es lograr un primer empleo que les permita obtener otros permisos, más allá de la tarjeta de solicitante de asilo que ya disponen.

«Civilizados y trabajadores»
Reus Refugi trabaja como voluntaria en colaboración con CEAR desde la llegada de los primeros refugiados. «Tenemos a una o dos personas que, para ellos, somos como un referente y les acompañamos como parejas lingüísticas, les mostramos la ciudad o les acompañamos al médico», expone Eduard López.

Tras meses conviviendo con ellos, anima a la ciudadanía a conocerlos para darse cuenta que «son personas civilizadas, agradecidas, con los ideas claras y que quieren aprovechar la ocasión que tienen para encontrar un trabajo». 

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