Los rescates en la naturaleza se disparan por la mayor afluencia de excursionistas al Priorat y Baix Camp

Entre enero y junio, Bombers llevaron a cabo 30 intervenciones en el Baix Camp y el Priorat, la cifra más alta de la década. En lo que va de julio han actuado en Capafonts, Arbolí y Siurana

13 julio 2021 19:50 | Actualizado a 14 julio 2021 05:24
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Durante los primeros seis meses del año, Bombers de la Generalitat han realizado, entre el Baix Camp y el Priorat, un total de 30 rescates en el medio natural. La cifra resulta muy superior a la registrada entre enero y junio de 2020 y 2019, cuando las intervenciones del cuerpo de salvamento en este tipo de escenarios se limitaron en ambos casos a 19. Es, de hecho, la más alta de la última década –desde que hay datos– para su periodo. Montañas y senderos de la zona viven un incremento de excursionistas atribuible a la Covid-19 y que se suma a los que ya habitualmente frecuentaban estos enclaves. Se ha visto claro en los desconfinamientos: la tendencia a cambiar la ciudad por un paseo al aire libre crece. De su mano va el aumento de los servicios de Bombers que, a falta todavía de que transcurra la mayor parte del verano, suponen ya casi la mitad de los que se llevaron a cabo en el completo del año pasado, 68.  

De estas 30 actuaciones, 17 fueron en el Baix Camp y las 13 restantes se dieron en poblaciones del Priorat. Hasta 18 de ellas se concretaron en rescates de montaña, mientras que otras nueve se activaron para la búsqueda de personas a las que se había perdido el rastro. También hubo rescates acuáticos. Por municipios, Vandellòs y Cornudella son con diferencia los que más episodios concentran en la primera mitad de 2021. 

Además, Bombers también han tenido que poner ya en marcha algunos despliegues en la naturaleza en lo que va del mes de julio. Han sido, de momento y siempre según las últimas referencias hechas públicas, contando hasta principios de la presente semana, tres.

Parapentista accidentado

El primero de ellos, el día 7, tuvo lugar en Capafonts y fue a raíz de una caída fortuita. Una mujer que se encontraba de excursión en el entorno de la Font de la Llúdriga, en el nacimiento del río Brugent, se percató de que no podía avanzar ni retroceder en su camino. Una vez recibida la alerta por la situación, el cuerpo movilizó una dotación procedente de Prades y puso igualmente en juego un helicóptero con efectivos de rescate del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE). La mujer pudo ser evacuada por el equipo que se había desplazado hasta ese punto, que incluía también la presencia de un doctor, y se la trasladó con posterioridad al Hospital Sant Joan de Reus para recibir atención. 

Pocos días después, el sábado 10 de julio, un hombre que practicaba parapente se accidentó en Arbolí. El suceso puso de nuevo en marcha al GRAE de Bombers, así como sus medios aéreos. El sargento Alfons Esterlich explicaba, en un vídeo difundido por el mismo cuerpo en redes, que «recibimos el aviso por un parapentista accidentado en la sierra de Prades, en Arbolí, a última hora de la tarde». El hombre «presentaba politraumatismos y se ubicaba en una zona de difícil acceso». Teniendo en cuenta las circunstancias, Bombers de la Generalitat enviaron al sitio «un helicóptero con un equipo de rescatadores y con un médico a bordo» y, una vez allí, consiguieron «estabilizar al accidentado» sin mayores problemas. «Mediante la ejecución de una maniobra de grúa», añadía Esterlich en la explicación del dispositivo, «lo transfirieron hacia el Sistema d’Emergències Mèdiques». 

Justo el pasado viernes por la tarde, día 9, comenzó también la búsqueda de un joven de 29 años al que se había visto sumergirse en el pantano de Siurana y que no había vuelto a salir a la superficie. Bombers se entregaron entonces al rescate, particular por desarrollarse en el medio fluvial. Solo dos se han etiquetado así este año, correspondientes a los que se han acometido en barrancos, rieras, embalses o espacios similares. En Siurana, el cuerpo de salvamento colocó sobre el terreno desde medios terrestres hasta submarinistas, embarcaciones y perros. 

Diversas dotaciones participaban en el operativo este lunes por la mañana, cuarto día consecutivo de investigación y que, lamentablemente, culminó con el hallazgo del cuerpo del hombre, vecino de Prades. Según explicaron varios testigos, el joven habría entrado en el agua buscando la pelota de su perro mientras estaba en una isleta formada en medio del embalse y ya no logró regresar. El cuerpo fue localizado finalmente a una profundidad de once metros y a 30 metros de la orilla. Prades guardó un minuto de silencio en memoria de la víctima, decretó un día de luto oficial y las banderas ondearon ayer a media asta. 

En Reus y Falset

En el registro de actuaciones de este 2021 solamente hay una que se solicitase en Reus. Fue, justo, el otro rescate fluvial. La fecha coincide con las intensas precipitaciones que cayeron sobre la capital del Baix Camp en junio, en concreto el día 17, que se concentraron en muy poco tiempo y anegaron múltiples puntos de la ciudad. Las lluvias dejaron estampas tan peculiares como el agua bajando a gran velocidad por la calle Monterols, y también un rescate de Bombers en uno de los barrancos dentro del término municipal. En la capital del Priorat, Falset, igualmente aparece una única intervención, tipificada como rescate de montaña y que se consumó el pasado 2 de abril. Almoster, Vandellòs, Montbrió, Alforja, La Febró o Colldejou, pero también Poboleda o Margalef figuran entre las poblaciones en las que ha habido algún rescate en algún momento de este año. 

Contando solamente el margen entre enero y junio, para observar la cantidad de rescates más cercana a la de este 2021 hay que remontarse a 2016. Entonces, en el conjunto de las actuaciones que suman Baix Camp y Priorat, las intervenciones de salvamento se quedaron en 25. Cuando menos hubo fue en 2012, con tan solo siete. A más personas que visitan lugares montañosos, caminos y senderos, por pura lógica, más probabilidades hay de que alguna acabe necesitando ayuda. Así lo reflejan las cifras. Resulta curioso, por otra parte, que, pese a las duras restricciones de movilidad que se impusieron a principios de 2020, los rescates consumados fueron exactamente los mismos que un año atrás. Es probable que la atracción por los parajes naturales que surgió coincidiendo con el fin del confinamiento domiciliario, así como el auge del turismo de proximidad, explique la estadística. 

Si se tiene en cuenta el cómputo de todo el año, desde que Bombers de la Generalitat empezaron a recoger datos en 2010, se han llevado a cabo 423 rescates en el medio natural entre las dos comarcas. Si bien en 2020 las actuaciones fueron 68, en 2019 la cifra había alcanzado los 48 y en 2018 era de 54. 

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