Los vecinos del barrio Fortuny de Reus contabilizan 40 pisos ocupados

La Associació Veïnal d´Amics del barri Fortuny exige acciones para paliar las consecuencias de estas prácticas ilegales

19 mayo 2017 16:30 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:35
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La Associació Veïnal d’Amics del barri Fortuny reclamó ayer viernes soluciones para las 40 ocupaciones incívicas que han contabilizado en los últimos meses en el barrio Fortuny y sus alrededores más próximos, como son la Urbanització Muixí y algunas zonas del barrio Juroca, entre otros. «Hablamos del Distrito número cinco. Nosotros informamos de los casos de ocupaciones a la Guàrdia Urbana, pero se repiten una y otra vez sin remedio. Una situación que llevamos pendiente de arreglar desde hace tres años y medio. Las consecuencias de cada vecino son cuantiosas y muy graves», especificó la presidenta de esta asociación vecinal, Pepita Roig.

Otros miembros del colectivo, además, manifestaron su preocupación por la cercanía de los centros educativos a los inmuebles ocupados, «donde, en muchos casos, se desarrollan actividades que no tendrían por qué ver los niños. Por no hablar de las condiciones en las que dejan las instalaciones para conseguir agua y luz». Desde la concejalía de Benestar Social, su titular, Montserrat Vilella, explicó que «desde el consistorio respetamos la propiedad privada y entendemos que la situación de la ocupación es irregular e ilegal. Trabajamos en ello y a través de muchas vías diferentes para que se puedan solventar estas problemáticas. Somos conscientes que aunque se hayan estabilizado, siguen ahí».

Las tipologías

Vilella hace hincapié en ser conocedores de las tipologías que existen para poder así informar correctamente. «Hay ocupaciones de personas vulnerables que no disponen de techo donde poder establecerse. En ese caso, y siendo conocedores del asunto, podríamos regularizar las situación. En el caso de las ocupaciones incívicas –probablemente con un número menor de casos–, se tiene que seguir un protocolo de prevención», detalla. Aun así, estas últimas resultan más ruidosas, «pues molestan a los vecinos».

En este punto, Vilella recuerda que en 2015 se actualizó el protocolo de ocupaciones irregulares del Ayuntamiento, que de hecho fue expuesto ayer en Terrassa en una jornada de sensibilización. «Es un programa para dar herramientas a los vecinos y particulares para que puedan gestionar este tipo de situaciones», prosigue. Aun así, avisa que hay que tener mucho cuidado, pues «no todo se puede hacer». «Si hay una ocupación irregular, se tiene que iniciar un proceso judicial para que el mismo juez decida proceder o no a la desocupación. Es un proceso largo, pero si no se inicia no se acaba nunca», resuelve.

Con esta campaña de sensibilización se consiguió tener conocimiento de la situación de las viviendas para así prevenir las prácticas ilegales. ¿Cómo? Mediante una base de datos con expedientes abiertos, donde la Guàrdia Urbana establece cual es la situación de la vivienda. «Es importantísimo garantizar que el propietario tenga conocimiento de las ocupaciones incívicas. A partir de aquí, es asunto suyo iniciar o no un proceso judicial», explica Vilella. Lo que aconseja sobre todo es informarse, ya sea en la Oficina d’Habitatge, en la Oficina d’Atenció al Ciutadà o en el Àrea de Benestar Social. «En caso de localizar un caso semejante, avisar siempre a la Guàrdia Urbana», resume Vilella.

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