La asamblea celebrada ayer por la Federació d’Associació de Veïns de Reus (FAVR) acordó suspender la gestión de la concejal de Participació i Ciutadania, Montserrat Flores, por su «falta de diálogo, feeling, empatía» y porque ha estado a punto de acabar con muchas fiestas de barrio.
Esto es así, aseguran desde la federación vecinal, porque hasta esta semana las asociaciones no han cobrado las subvenciones de 2017 necesarias para organizar los eventos cuando la fecha límite era el 14 de junio. «Este retraso demuestra una mala planificación que también ha afectado de forma negativa a los proyectos sociales y culturales que se desarrollan anualmente», apunta el comunicado hecho público ayer por los vecinos, el cual también critica las dificultades que algunas de ellas han encontrando a la hora de programar la ocupación de la vía pública.
Por todo ello, desde la FAVR exigen soluciones urgentes de cara al año que viene y anuncian que tomarán medidas al respecto si antes del mes de mayo de 208 no han cobrado las subvenciones pertinentes. «Las fiestas de barrio son un patrimonio cultural de la ciudad que hay que potenciar y que, en algunos casos, forman parte del calendario festivo de la ciudad desde hace más de 40 años.
Las quejas vertidas ahora por la federación de vecinos no son nuevas. Desde finales del pasado mes de mayo, la entidad se ha mostrado muy critica con la falta de implicación de la concejalía de Participación con el tejido vecinal.
Sobre todo por la falta de implicación y el retraso en el cobro de las subvenciones para poder organizas los actos festivos. En aquella ocasión, además, también se mostraron contrarios con el nuevo sistema que obliga a presentar de forma telemática las solicitudes y toda la documentación que generó situaciones de tensión e inseguridad por parte de las entidades.