'Mi hija nunca ha tenido miedo de su padre y puedo demostrarlo'

La abogada del joven investigado por presuntos abusos contra su hija, cuando ésta tenía tres años, ha asegurado al Diari que «en el año 2013 y en el año 2015 el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona archivó la causa contra mi defendido, ya que diferentes jueces consideraron que no había indicios suficientes para pensar que el padre fuera culpable de tal acusación».

Rosario, la madre de la menor que actualmente tiene 6 años, denunció a su expareja, que responde a las iniciales M.M.M y actualmente tiene 28 años, en el año 2013 por presuntos abusos contra su hija. «Todo es mentira y toda esta situación ha afectado a mi salud y a mi vida familiar», explica el joven al Diari, quien asegura que «he rehecho mi vida con otra persona y tenemos una hija en común». El investigado apunta que «la relación con mi expareja era normal. Todo cambió cuando me quedé sin trabajo. Cuando se acabó el dinero se acabó el amor» y añade que su hija nunca ha tenido miedo de él.

Para dar a conocer el caso, esta vecina de Reus de 49 años, con la ayuda del Grupo de apoyo contra la violencia machista de Reus, organizó el pasado fin de semana una concentración en la plaza Mercadal para explicar su versión de los hechos, y aseguraba que «hasta el momento la justicia no se había pronunciado sobre el caso».

Actualmente la defensa del investigado asegura que «ambas partes estamos esperando que el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona, que es quien está enjuiciando los hechos, emita una tercera resolución judicial sobre el caso». «Después del informe que recientemente ha presentado el Fiscal, esperamos que se dicte resolución en el mismo sentido, al no haber indicio objetivo alguno que aconseje lo contrario, pero la última palabra la tiene siempre el juez», afirma la defensa del investigado, quien apunta que de archivarse el caso «todavía cabría la posibilidad de que la madre recurriera a la Audiencia Provincial, lo que alargaría la resolución definitiva».

En relación a los informes que ambas partes aseguran que existen, y que según la versión de la madre «habían redactado psicólogos forenses y que ponían en evidencia que mi hija sufre cuando ve a su padre», la defensa del joven asegura que «los informes que ha aportado la madre han sido redactados por psicólogos privados» y añade que «los correspondientes a profesionales siempre han sido favorables y demuestran que las visitas no suponen ningún riesgo para la hija, al contrario». La misma defensa «asegura que a partir del mes de septiembre la madre tiene que volver a llevar a la hija al punto de encuentro, para reanudar el régimen de visitas».

Por último, la defensa lamenta que se estén confundiendo intereses, «puesto que no se trata de un caso de violencia machista, que simplemente estamos defendiendo el derecho de un padre a que vea a su hija durante dos horas en un servicio público, en el que a través de profesionales especializados, se ocupan de que la relación padre-hija se mantenga».

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