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La Guardia Urbana de Reus ha levantado 49 actas, entre enero y octubre, a los propietarios de perros que no recogen los excrementos de la vía pública. La cifra es parecida a la del mismo período del año pasado, pero el caso es que las actitudes incívicas se mantienen a pesar del endurecimiento de las acciones del gobierno municipal para evitarlo, y algunos vecinos están molestos por estas actitudes, que no contribuyen a mantener limpias las calles de la ciudad.
Así, los actos incívicos de algunos propietarios de perros provoca que algunas calles, no solo las del centro y colindantes, sino las de los barrios, se vean sucias: papeles, colillas de cigarros y, también, las defecaciones y orines de los perros, cuyos propietarios no ven la necesidad de retirar de la vía pública o de limpiar con agua, incomodan a los transeúntes, que tienen que esquivar la suciedad que se acumula. Algunos vecinos lamentan que las calles se vean dejadas, mientras que otros adoptan una actitud más laxa y opinan que son los mismos propietarios de perros los que tienen que responsabilizarse de ello.
No obstante, los propietarios de perros más concienciados son los primeros en criticar que otros no recojan las deposiciones de sus animales de compañía, ya que se tiende a culpabilizar un sector de la población que tiene animales de compañía y que, además, está concienciada en cumplir la normativa municipal de tenencia de perros.
Espacios de recreo y de higiene
Actualmente, la ciudad dispone de más de 60 papeleras señalizadas para que los propietarios de perros puedan lanzar las deposiciones de sus perros.
El Ayuntamiento de Reus hace años que intenta combatir estas actitudes incívicas, por lo que se han ido habilitando espacios de recreo para las mascotas (Calle Maria Aurèlia Capmany, parque andhi, calle de Vilafranca del Penedès, plaza de Joaquim Sorolla i Luis Buñuel, parque Sant Jordi y Avenid President Tarradellas); a la vez que ‘áreas de higiene ubicadas en distintas zonas de la ciudad (calle Vapor Vell, Closa de Freixa, Escorxador, SantLluís o plaza del Baluard o Morlius).
De hecho, la nueva ordenanza municipal, recientemente aprobada, es muy explícita sobre la recogida de los excrementos de los animales de compañía en la vía pública: ‘Queda prohibit deixar les dejeccions fecals dels gossos a les vies públiques i, en general, a qualsevol lloc destinat al trànsit de vianants. Els propietaris dels animals són responsables de l’eliminació d’aquestes dejeccions’. Además, está prohibido depositar los excrementos en papeleras públicas, por lo que se justifica la instalación de papeleras específicas.
La nueva normativa municipal también recuerda que los animales tienen que ir con correa y un collar con la chapa numerada de matrícula. Y tienen que circular con bozal los perros potencialmente peligrosos. Asimismo, las mascotas tienen la entrada prohibida en todos los locales destinados a la manipulación de alimentos, aunque es decisión de los propietarios de restaurantes, bares, hoteles y demás establecimientos, permitir la entrada de los animales de compañía.
Las sanciones que el Ayuntamiento puede interponer a las personas que no recogen los excrementos de sus perros pueden llegar a los 1.500 euros, pero algunos vecinos se quejan que se sea demasiado permisivo. La señalización en plazas y parques de la ciudad es bastante clara, pero los propietarios, a veces, hacen caso omiso de la normativa municipal por lo que respeta al cuidado de sus mascotas.
