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La notoriedad y la excelencia de ámbitos tan dispares como la arquitectura, la literatura, la ciencia, la gastronomía o el cine -entre otros- volvió a ser premiada anoche en la ciudad de Reus en la novena edición de los Premis Gaudí Gresol, un acto organizado por la Fundació Gresol que cada año se convierte en punto de encuentro de una parte importante de la sociedad civil reusense y del Camp de Tarragona.
La gala distinguió la trayectoria profesional y personal de personajes conocidos como el actor Josep Maria Pou, la actriz Maribel Verdú, la cocinera Elena Arzak, el actor y cómico Toni Albà , el periodista Josep Maria Martí, el arquitecto Rafael Moneo o el periodista y escritor Xavier Bosch;pero también la de otros menos populares o mediáticos como el empresario Víctor Grífols, el científico Joan Guinovart o la misionera reusense Isabel Correig.
Antes de la entrega de los premios, el hall de firaReus se convirtió en un hervidero de saludos, reencuentros entre conocidos y presentaciones, como la de Maribel Verdú al alcalde de Reus, Carles Pellicer, y a su esposa, Cori Vidal. Después del tradicional paso de los premiados por el photo-call y el libro de firmas, empezó una gala austera y muy rápida, en la que los galardonados tenían bien aprendido que debían ser concisos en sus intervenciones, cumpliendo a rajatabla. El podium del ‘aplausímetro’ lo coronó el cómico Toni Albà quien, como no podía ser de otra forma, se metió en el papel del Rey Juan Carlos para agradecer a la Fundació Gresol el reconocimiento.
Ovacionadas también fueron las intervenciones, por ejemplo, del científico Joan Guinovart, sobre todo cuando dijo que «los de Reus sois inteligentes y sabéis que la ciencia es importante y una pieza clave en nuestra sociedad». O la del periodista reusense Josep Maria Martí, quien después de recordar que «es el primer premio que me dan en Reus», deseó que «a partir de ahora salgamos de la sección judicial de los diarios para salir en la de creatividad y nuevos talentos», como los que la ciudad ha dado en anteriores épocas.
La noche finalizó con una cena solidaria, con la asistencia de 400 personas, cuyos beneficios se destinarán al centro de acogida ‘FoyerElika’, ubicado en El Congo y donde trabaja la misionera reusense Isabel Correig, también premiada anoche.
