«Nuestros abuelos tienen que estar atendidos en casa con las máximas garantías»

La Facultad de Medicina ofrece un curso de formación básica sobre la Covid a cuidadoras informales de ancianos para que «las dos partes convivan en un entorno seguro»

17 abril 2021 10:20 | Actualizado a 17 abril 2021 11:02
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Nuestra población envejece a pasos agigantados. Las residencias de ancianos están llenas y con largas listas de espera para poder acceder a una plaza pública. Y, de forma paralela, cada vez son más las personas mayores que viven solas en casa y que precisan de una atención que, en muchos casos, es delegada en cuidadoras (mayoritariamente son mujeres) informales.

A este contexto social, desde hace un año hay que añadirle la irrupción del coronavirus. Una pandemia que ha afectado, especialmente en su inicio, a las personas más mayores, algunas de las cuales han tenido que vivir este momento encerradas en sus casas con la única compañía de sus cuidadoras.

Esta situación tan anómala fue la que llevó, el pasado verano, a la Facultad de Medicina de Reus a plantearse la posibilidad de poner en marcha un curso de formación sobre la Covid para estos cuidadores informales de ancianos. «El proyecto nace con la aparición de la Covid debido al impacto que ha tenido la enfermedad sobre las personas mayores», explica el decano de la Facultat de Medicina, Antoni Castro, quien añade que «por eso creímos oportuno abordar el sector de las personas mayores y los cuidados que reciben».

Castro recuerda que «estas personas, básicamente, reciben estos cuidados en dos lugares: las residencias o en sus propios domicilios a cargo de cuidadoras ‘informales’ que no forman parte de ningún colectivo pero que en muchas ocasiones conviven con las personas mayores. El objetivo es que tengan conocimientos para proteger a estos ancianos y también a ellos mismos».

Para poder desarrollar este proyecto, la Facultat de Medicina ha contado con su Unidad Docente y con el centro de simulación, ubicado en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus, «donde no solo se forma a estudiantes de medicina y futuros médicos, sino que también existe el compromiso de trasladar todo este conocimiento a la ciudadanía. De hecho, ya lo estamos haciendo a través de los colegios, etc… Todo ello gracias a la subvención de la Diputació de Tarragona y del Consell Social, y su compromiso con el territorio», explica el decano de Medicina.

Semipresencialidad

La primera edición del curso se realizó en noviembre de 2020 y contó con la participación de una docena de cuidadoras de diferentes puntos del Baix Camp, como Reus, Riudoms, Mont-roig, etc. En esta ocasión, la formación se ofreció de manera semipresencial y contó con una parte práctica donde los alumnos se desplazaron hasta la Unidad Docente. «Allí se simularon escenarios. Por ejemplo, el comedor de un domicilio con un enfermo de Covid simulado (un actor), con el que los alumnos tuvieron que aplicar los conocimientos y lo grabaron en vídeo para autoevaluarse», comenta Castro.

Entre enero y febrero de este año se realizó una segunda edición del curso, con la presencia de una cincuentena de alumnos, algunos de ellos también de municipios de la Conca de Barberà. Esta vez fue 100% virtual debido a las restricciones impuestas por la Covid-19, por lo que la parte práctica no se llevó a cabo.

El curso dura cuatro horas, es gratuito y, según el decano de Medicina, «muy fácil de hacer». En los vídeos, a los alumnos se les enseñan conceptos básicos de la Covid-19 como «qué es una enfermedad contagiosa, el uso de mascarillas y gel hidroalcohólico, conocimientos sobre el confinamiento, el periodo de incubación, medidas de autoprotección, los síntomas de la enfermedad, o sistemas de limpieza y desinfección de domicilios. Enseñamos aspectos muy básicos pero, a la vez, muy importantes», incide Antoni Castro, quien remarca que «el gran objetivo es que el abuelo y el cuidador convivan de una forma segura para los dos».

Es por ello que los organizadores ofrecen «una información fiable y de calidad, para que nuestros abuelos estén atendidos con las máximas garantías. Porque en muchas ocasiones sus cuidadores van por libre, no tienen formación y no forman parte de ninguna empresa», puntualiza el decano de la Facultad de Medicina.

Actualizaciones

En unos 15 días está prevista la tercera edición de este curso, una edición que –como ya ocurrió con la segunda– incluirá algunas actualizaciones sobre la enfermedad. En este sentido, Castro recuerda que «es una formación que la hemos tenido que ir actualizando desde el primer momento. Por ejemplo, cuando hicimos la primera edición todavía no se había empezado a vacunar, por lo que en la segunda ya tuvimos que incorporar nuevos conceptos como la vacunación o el Covid persistente».

En esta ocasión, los conceptos nuevos que se incorporarán al curso serán consejos sobre fisioterapia (con ejercicios básicos que el cuidador puede hacer al anciano para mejorar su movilidad) y también de alimentación.

Por ahora, esta tercera edición del curso cuenta con la participación de 25 alumnos. En su gran mayoría son mujeres, ya que, tal y como recuerda Castro, «es un colectivo donde hay más cuidadoras que cuidadores, la mayoría de ellas inmigrantes. Si no tienen ordenador se lo facilitamos y el curso es en catalán, aunque estamos preparando una edición en castellano». Además, y aunque sea virtual, existe la figura de un tutor, que es una enfermera del Hospital Sant Joan de Reus, especializada en enfermedades infecciosas, que interactúa con los alumnos ayudándolos a resolver las dudas que puedan tener.

La Covid-19 puede ser la excusa perfecta para que este tipo de cursos de cuidados a persona mayores se alarguen en el tiempo. «Ahora lo hemos centrado en el coronavirus porque es lo que toca, pero queremos que las actualizaciones que vamos incorporando vayan dirigidas a ampliar conceptos. Por ejemplo, sobre atención básica a un enfermo de diabetes o cómo curar una herida», añade el decano de la Facultat de Medicina de Reus.

Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas en España

 

El confinamiento, que empezó en marzo del año pasado, acentuó la soledad de una sociedad cada vez más envejecida. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas. La crisis sanitaria y el aislamiento han agravado los problemas que ya tenían.

«Hay casos de personas mayores perfectamente integradas en la sociedad que viven acompañadas y a las que, quizás, el confinamiento se les hiz o más llevadero», explicaba Anaba Belén Santos Olmo, profesora asociada del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad Complutense de Madrid, en declaraciones a la agencia Efe.

Sin embargo, aquellas que tienen patologías, viven solas o con otras personas con patologías, han vivido, con el confinamiento, situaciones muy dolorosas. «Se han agravado los problemas de estado de ánimo como depresivos o de ansiedad o incluso hablamos de problemas no diagnosticables como la sociedad», asegura Santos.

Debido al aislamiento y al confinamiento, sobre todo, los más mayores han desarrollado secuelas psicológicas difíciles de superar. «Ha habido bajo estado de ánimo, tristeza o angustia como lo que hemos podido vivir el resto de la población, al no saber cuándo iba a terminar el confinamiento», añade.

España es uno de los países con la esperanza de vida más alta.El crecimiento de personas en edad avanzada influye en el aumento de la dependencia y las enfermedades.

Según las estimaciones, en el año 2066 habrá 14 millones de personas mayores de 65 años en España, casi el 35% de la población.
 

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