Nuevo colapso de ambulancias en las Urgencias del Hospital Sant Joan de Reus

A lo largo de la mañana hasta siete vehículos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) han estado estacionados enfrente de la puerta. Aunque hay epidemia de gripe, otras fuentes señalan mala gestión de recursos

19 mayo 2017 16:45 | Actualizado a 31 enero 2018 16:26
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La punta de la gripe empieza a hacer mella en los hospitales de la provincia y deja en evidencia la dificultad de gestión de los casos que llegan a Urgencias de los diferentes hospitales de la demarcación. Una de las imágenes de ayer, y que no es aislada en las últimas semanas, fue la acumulación de varias unidades de ambulancias del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) con pacientes todavía por ingresar en el hospital Sant Joan de Reus.

Fuentes consultadas por el Diari confirmaron que por la mañana llegaron a ser hasta siete dotaciones a la espera de poder descargar a los pacientes y activarse a nuevos servicios. A partir del mediodía la situación se agravó y hubo ambulancias que tuvieron que esperar más de dos horas antes de poder dejar ingresados a los pacientes que transportaban.

A lo largo de toda la jornada, al menos una veintena de ambulancias se encontraron con que tenían que hacer cola en la puerta de urgencias del Sant Joan. Al menos tres ambulancias sufrieron un episodio similar de saturación durante la mañana de ayer en el Hospital Santa Tecla de Tarragona –aunque en este caso los tiempos de espera rondaron la media hora–, y otras tantas en el hospital de El Vendrell, en este caso entre el mediodía y primeras horas de la tarde.

Desde el hospital Sant Joan de Reus aseguraron que no hubo colapso y que el Servei d’Urgències trabajó con normalidad en la medida que el repunte de la gripe puede derivar más pacientes.

Otras fuentes externas y sindicatos de Egara (concesionaria de las ambulancias en la provincia de Tarragona) apuntan que el problema no sólo es la gripe, sino la descoordinación con el proceso de ingresos y altas del hospital reusense, que provoca un embudo por el Servei d’Urgències. Según estas fuentes externas, las altas hospitalarias son lentas y ello impide que la cama se libere a tiempo para poder ingresar al paciente que está en Urgencias. Y en caso de mucha afluencia, los boxes de Urgencias no cubren toda la demanda y se requiere de las ambulancias estacionadas que tengan en condiciones al enfermo antes de proceder a su ingreso.

Algunos de los pacientes derivados ayer por la mañana son personas de la tercera edad, algunos procedentes de residencias de la comarca, con insuficiencias respiratorias a causa de la gripe, el descenso de las temperaturas y otras patologías. Sin embargo, fuentes consultadas señalan que ha habido otros servicios sin relación con la epidemia de gripe y problemas respiratorios de la tercera edad.

Repunte en el Joan XXIII

También el servicio de Urgencias del Hospital Joan XXIIIde Tarragona registró ayer un repunte en la afluencia de pacientes, como ya sucediera en los primeros días del año. Tras algunas jornadas de estabilización, el número de pacientes ayer volvió a ascender. Sin embargo, el centro no había llegado a desactivar las medidas excepcionales que se adoptaron entonces: las guardias de Urgencias siguen reforzadas, y el ala de la quinta planta que se abrió excepcionalmente también sigue aún operativa, por lo que el aumento de atenciones de ayer, aunque fue notable, no derivó en un colapso y la jornada se desarrolló con razonable fluidez, dadas las circunstancias. Se calcula que en días de máxima afluencia de pacientes como el de ayer pueden llegar a pasar por la sala de Urgencias del Joan XXIII hasta 300 pacientes.

El hospital tarraconense tiene previsto mantener vigentes las medidas excepcionales mientras los datos epidemiológicos no sugieran que la situación se está estabilizando. La evolución de la misma y las previsiones de frío hacen pensar que se prolongará al menos una semana más, pero no es algo exacto y múltiples factores pueden hacerlo variar. Será pues la demanda la que determine hasta cuándo se mantiene el dispositivo especial.

Saturación en Barcelona

La saturación de las Urgencia es común en los hospitales catalanes. El pasado día 4, una anciana de 93 años tuvo que esperar 13 horas en una silla en un pasillo de las Urgencias del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, según denunció su hija, Mercè Pérez. La anciana acudió a Urgencias con bronquitis, gripe y tensión arterial alta, y, tras ser atendida, estuvo sentada en una silla en un pasillo durante 13 horas, sin que le dieran de comer, esperando el resultado de pruebas y un diagnóstico.

Por su parte, el Hospital Clínic de Barcelona reabrirá a lo largo de la próxima semana una sala con 24 camas del Hospital Casa Maternitat para descolapsar las urgencias tanto del Clínic como del Vall d’Hebron.

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