Objetivo: Descentralizar la gestión aeroportuaria

La Cambra de Comerç de Reus y la Fundació Cercle d’Infraestructures han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de mejorar las infraestructuras del territorio para fomentar la competitividad de los empresarios de la demarcación y con el foco puesto en el aeropuerto de Reus. Consideran que ahora es un momento estratégico y excepcional para su desarrollo ya que la ampliación del aeropuerto de Barcelona está en entredicho por cuestiones medioambientales.

Esta situación puede suponer «una oportunidad para corregir el centralismo», detalló Pere Macías, presidente de la Fundació Cercle d’Infraestructures. Lo expuso ayer en la jornada Visió a 15 anys de la situació aeroportuària de Catalunya, celebrada en la Cambra de Comerç de Reus, un acto que se enmarca dentro del ciclo 15 anys de Cercle: cap a les infraestructures de la Catalunya del 2034.

Macías explicó que en el actual modelo de navegación aérea hay espacio para seguir creciendo y señaló que se puede hacer porque «tenemos dos buenos aeropuertos absolutamente infrautilizados (Reus y Girona), en los dos pasa una línea de ferrocarril de alta velocidad y en los dos, construyendo una estación pueden estar a media hora de Barcelona».

Presionar a Aena

Desde la Fundació Cercle d’Infraestructures apuestan por centrar las energías en presionar a Aena para que construya la terminal satélite y luego negociar con Ayuntamientos y vecinos cómo sacar el máximo rendimiento de las pistas actuales. Y en último término, trabajar para que la estación intermodal de Reus sea una realidad, ya que a diferencia de la de Girona, en este caso ya hay un proyecto sobre la mesa.

Por su parte, el presidente de la Cambra de Comerç, Jordi Just, recordó que las infraestructuras son su «caballo de batalla» e hizo un clamor a las instituciones del territorio: «O vamos todos juntos, o no iremos a ningún lugar».

Durante su intervención, Òscar Oliver, Director General del Centre d’Estudis del Transport per a la Mediterrània Occidental (CETMO), propuso la creación de la Administració Aereoportuària Catalana con el objetivo que la Generalitat pueda ser capaz de participar en la negociación de los acuerdos bilaterales que afecten a los aeropuertos de Catalunya. Y para poder gestionar el espacio aéreo catalán, garantizar la seguridad de las operaciones o la asignación de franjas horarias. Unas competencias que deberían asumir de acuerdo con el Estado.

Oliver defendió un modelo de gestión aeroportuaria «descentralizado y moderno» como el que tienen en Francia, que otorga la titularidad de estas infraestructuras a las instituciones del territorio: «A mi entender es una forma revolucionaria de gestionar los aeropuertos del país en contraposición a la del Estado español donde tenemos el modelo de Aena, que apuesta por un hub central, el Aeropuerto de Madrid-Barajas y una gestión en red de los aeropuertos españoles».

Para conseguir una gestión más directa, Oliver también sugirió la creación de un Consell Rector de l’Aeroport de Reus que tenga capacidad para incidir en las decisiones estratégicas del territorio con la gente del territorio y ser capaces de «competir libremente en un sector fuertemente globalizado». Un ente que a diferencia de la Taula Estratègica del Aeroport de Reus, que centra más sus esfuerzos en promoción, vaya más allá y consiga una política comercial propia, un marco tarifario propio o poder incidir en la mejora de la infraestructura.

Oliver rehuyó entrar en el debate de si Reus tendría que ser la tercera o la cuarta pista del de Barcelona y manifestó que puede seguir creciendo tanto para dar servicio al territorio como para complementar el de Barcelona.

En este sentido, Jordi Just explicó que hace unos diez días se reunió con el subdelegado del Govern para pedirle la creación de una especie de Consell Rector, y que se lo trasladara a Aena: «Si en su día en el pacto del Majestic se hubieran añadido los aeropuertos, hoy en día tendríamos un Consell d’Administració como El Port, descentralizados y podríamos estar dando opiniones (…) Cinco denominaciones de origen de nuestra casa no se pueden vender en el aeropuerto de Reus porque quién compra el vino es Aena», concluyó Just.

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, aseguró que se habla mucho de «táctica pero poco de estratégia». Defendió que los aeropuertos de Reus, Girona y Barcelona formen parte de una misma estrategia liderada por la Generalitat, pero «no hay objetivos claros».