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Incertidumbre. Este es el sentimiento que planea sobre los trabajadores de la basura de Reus. Parecía que, finalmente, la nueva contrata se adjudicaría en breve y se superarían los dos años de prórroga de la actual, que es del año 2008. Pero el proceso se ha paralizado: una empresa ha interpuesto un recurso contra el pliego de cláusulas –parece a ser que habría errores en el escrito– y pide, como medida cautelar, la suspensión de la tramitación del expediente de contratación. «Tan pronto como el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic se pronuncie sobre esta medida cautelar, se actualizará la información», se expone en el portal web de contratación pública de la Generalitat de Catalunya.
Ante el nuevo escenario de incertidumbre, los trabajadores –que hace tiempo que denuncian el mal estado de los vehículos y la falta de personal– aseguran «no poder más». «Hay riesgo laboral y cualquier día puede haber una desgracia», dice el presidente del comité, Miguel Pérez. Ayer tuvo lugar una reunión del comité para tratar, por un lado, el nuevo convenio que se está negociando con la empresa, y por otro, el contratiempo de la contrata. El resultado fue pedir una reunión urgente con el Ayuntamiento de Reus y también con la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). «Queremos que nos expliquen qué es lo que está sucediendo y que nos expongan el calendario. A partir de aquí, queremos saber qué soluciones aportan», explica el secretario general de saneamiento urbano de UGT, Ángel Martín de Sande. Si esto no sucede antes de terminar el mes, «en febrero iniciaremos movilizaciones pacíficas», anuncian.
Fuentes municipales consultadas por el Diari confirman la denuncia interpuesta y se expone que es un paso previsto en los procesos de contratación pública. Desde el consistorio se destaca que «siempre ha habido voluntad de entendimiento» y, ante este caso, se señala que los trabajadores «tendrían que hablar con la empresa, que es la concesionaria».
«Si vamos a una nueva prórroga del contrato, no podremos seguir con los actuales vehículos», esgrimen los trabajadores de la basura de Reus, que aseguran estar trabajando desde hace tiempo a bajo mínimos. «Intentamos hacer lo mejor que podemos la limpieza, pero no llegamos y la ciudadanía lo percibe. Trabajamos sin seguridad y sin garantías», añade el presidente del Comité, Miguel Pérez. Por su parte, Ángel Martín de Sande considera que «ya que el proceso de la nueva contrata llega con retraso, es una lástima que haya errores. Ahora, en vez de avanzar, estamos paralizados».
En cuanto a los vehículos y maquinaria con los que trabajan, los empleados piden que se tomen medidas provisionales. «Sabemos que la empresa ha pasado al Ayuntamiento las necesidades que tenemos, pero de momento seguimos trabajando con los mismos camiones, que tienen ya más 13 años y ensucian más que limpian», denuncian.
Aprobado en octubre
El nuevo contrato del servicio de recogida de la basura de Reus fue aprobado en el pleno del pasado mes de octubre, con el apoyo del equipo de gobierno (JxReus, ERC y Ara Reus) y Cs. El PSC se abstuvo al considerar que la licitación se podía mejorar y la CUP votó en contra. Es el contrato más importante del Ayuntamiento de Reus, con un presupuesto de licitación de 13.227.174,40 euros. Según ha podido saber el Diari, en el proceso se habrían presentado tres empresas. Una de ellas es la que ha interpuesto la denuncia contra el pliego de cláusulas y una segunda sería la que actualmente ya ofrece el servicio: FCC. Ahora, se tendrá que esperar a que el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic se pronuncie para saber qué pasa, exactamente, con la nueva contrata.
Los barrios notan la falta de efectivos del servicio
Los vecinos de distintos puntos de la ciudad de Reus se han quejado, en más de una ocasión, de las deficiencias del servicio de basura y limpieza. Precisamente este mes de enero, los barrios de la periferia explicaban que «los circuitos de la limpieza no funcionan». Aun así, los vecinos son conocedores de las condiciones en las que trabajan los empleados de la basura, por lo que muestran comprensión. En este sentido, la presidenta del barrio Gaudí, María del Mar Escoda, decía al Diari días atrás: «Sabemos que les falta maquinaria. No es culpa de los barrenderos, que tienen que utilizar medios muy rudimentarios».
