Por la memoria de Martí

«El dol, he après, que precisament és amor. És tot l’amor que voldries donar, però no pots. Tot aquest amor que no s’ha gastat roman a la cua de l’ull, al nus de la gola i en aquell buit que sents al pit. El dol és precisament amor que no té un lloc on anar».

Este escrito tan tierno como duro encabeza el blog que hace un tiempo crearon Carles y Anna. Se llama doldestels.wordpress.com y nació como una necesidad para hacer visible un proyecto que pretende algo tan bonito como ayudar a los demás, concretamente a familias que en algún momento de su vida han sufrido una muerte gestacional o perinatal. Bebés que murieron antes de nacer o a los pocos días de ver la luz.

En octubre de 2014, la vida de Carles y Anna dio un vuelco con el nacimiento prematuro de su primer hijo. A la semana 25 de gestación, Martí llegaba a este mundo para luchar por sobrevivir. Lo hizo durante 22 días, pero acabó falleciendo en la UCI pediátrica del Hospital Joan XXIII de Tarragona. Fueron momentos muy duros para este joven pareja. «Tuvimos que enfrentarnos al duelo y a la tristeza por la muerte de nuestro hijo. Fue un choque emocional muy fuerte», comenta Ana. 

Durante los 22 días de lucha por salir adelante, los mensajes que les llegaban desde los profesionales sanitarios eran, como es lógico, de esperanza y optimismo. Carles reconoce que «después de que te hayan dicho que todo va ir bien y de explicarte casos de bebés como el nuestro que habían salido adelante, se te cae el mundo encima y tienes la sensación de que eres el único desgraciado de este mundo». Desorientados, angustiados y tristes por la muerte de su hijo, Carles y Martí conocieron que en Barcelona existía Petits amb llum, un grupo de ayuda mutua formado por padres que habían pasado por el mismo calvario que estos jóvenes reusenses. «Conocimos a un grupo de personas que hablaba el mismo idioma que nosotros, porque les había pasado algo similar. Eso nos dio tranquilidad. Diría más, nos salvó la vida», explica Carles.

Poner nombre a los sentimientos

Durante casi un año, esta pareja se desplazó una vez al mes a Barcelona para participar en unas reuniones donde podían hablar de su hijo de manera cómoda, sin miedos y donde «se le ponía nombre a los sentimientos», añade el padre de Martí, quien reconoce que desde el primer momento le rondó por la cabeza la idea de crear un proyecto similar en Reus. 

Anna valora que este grupo de ayuda mútua fue muy importante en sus vidas. «Teníamos el sentimiento de que no queríamos que la muerte de nuestro hijo quedase en vano. Por eso decidimos empezar a hacer cosas en su nombre», comenta, mientras que su marido admite que «estuvimos cuatro meses llorando como pareja, en soledad. Vivimos unos momentos muy intensos que a muchas parejas distancia, mientras que en nuestro caso fue todo lo contrario. Nos unió todavía más».

En enero de 2016 nacía el segundo hijo de la pareja, Guim. Llegó el momento de los regalos y desde el minuto 1, Carles y Anna tuvieron muy claro que el dinero que recogiesen lo iban a destinar a ayudar a otras familias que habían sufrido una muerte gestacional o perinatal. Dicho y hecho. Lo primero que hicieron fue organizar una exposición con fotografías de Norma Grau, autora del proyecto Stillbirth, dedicado a bebés que nunca pudieron ser fotografiados porque nacieron muertos o al poco de nacer. Por eso, Stillbirth (nacido quieto o nacido en silencio, en inglés) muestra fotografías con los objetos del bebé, las familias y todo aquello que recuerda a aquel hijo que perdieron. La exposición de Carles y Anna, en febrero de 2017 en el Casal de les Dones de Reus, fue todo un éxito y contó con una charla de la propia Norma Grau. 

Este fue el embrión de Dol d’estels, ya que gracias a ello conocieron a familias del territorio que habían vivido una experiencia similar a la suya. Tres meses después se creaba en Reus el primer grupo de ayuda mútua de la provincia de Tarragona. Desde entonces, además de reunirse el tercer miércoles de cada mes en el Centre Cívic del barrio Gaudí de Reus (a las 18.30 horas), este grupo ha ido organizando actos para hacerse cada vez más visible. Por ejemplo, durante la Navidad de 2017 realizaron un taller de velas con padres y también se hizo un grupo de ayuda mútua con abuelos. La última de estas actividades fue el pasado 15 de octubre en los jardines del Mas Miarnau, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Concienciación sobre la Muerte Gestacional y Perinatal.

Actualmente, Dol d’estels cuenta con otros cinco padres más de bebés que fallecieron en su día (Júlia, Amalia, Martina, Arlet y Martín) para tirar adelante todas sus ideas. Carles y Anna están felices porque ven «que estás ayudando a los demás. Intentamos hacer pedagogía y concienciar a la sociedad que la pérdida de un hijo durante el embarazo o a los pocos días de haber nacido también afecta y las familias necesitan hablar de sus hijos».