Prades contrata vigilancia privada para acabar con el vandalismo

En esta época del año, los actos vandálicos durante las noches de verano son recurrentes en el municipio de Prades. El pueblo de interior del Baix Camp pasa de tener una población de 600 habitantes a 6.000, y este año, con el aumento de turismo local por Covid-19,  la alcaldesa, Lídia Bargas, asegura que se encuentran «al completo». Esto también ha llevado a que las gamberradas hayan aumentado hasta el punto de hacerse insostenibles.

Es por esto que el Ayuntamiento anunció el pasado miércoles a través de sus redes sociales la decisión de contratar un servicio de vigilancia privada para hacer frente a los actos vandálicos y velar por la seguridad del municipio, iniciativa que fue muy celebrada por los vecinos. Según cuenta Bargas, los grupos de jóvenes se juntan diariamente para beber alcohol y escuchar música a altos volúmenes en distintas zonas del pueblo, cosa que ha provocado una lluvia de quejas por parte de los residentes. Pero además, el municipio amanece con retrovisores de coches rotos, mobiliario urbano dañado y pintadas en las paredes.

«Los ataques no son de mucha gravedad pero sí demasiado constantes. Preferimos invertir en vigilancia que tener que reparar todos los daños que se puedan cometer», explica Bargas, quien cree que los actos son meramente puntuales. El equipo de vigilancia, formado por dos vigilantes con turnos aleatorios, empezó su actividad el pasado viernes y estará controlando los espacios municipales de la Vila Vermella durante, al menos, un mes. 

En este primer fin de semana, Bargas asegura que su actuación ha sido «favorecedora» y no ha habido incidencias: «Los vigilantes han disuelto los grupos, les han hecho bajar el volumen y se han asegurado de que recogieran todos los deshechos». El servicio de seguridad está en contacto permanente con la comisaría de Mossos d’Esquadra de Reus y también ayudará a controlar que se respeten las medidas de prevención contra la propagación de la Covid-19.

Daños contra una exposición

Uno de los actos incívicos que más ha conmovido a los vecinos ha sido el provocado contra la exposición fotográfica callejera «Pradencs al carrer», creada por la Associació Cultural Els Tamborinos.

Tres personajes de dos fotografías a tamaño real fueron decapitados por los vándalos y la entidad, que se dedica a preservar la memoria histórica de Prades, ha colgado por el pueblo un comunicado conjuntamente con el Ayuntamiento dirigido a los autores de los hechos.
 «Has sigut tu?», preguntan en la primera linea del escrito, y añaden frases que invitan a reflexionar como «Tu potser no els has conegut, pero has trencat el cap del pare o de l’àvia d’algú que se l’estimava», condenan Els Tamborinos. Una de las siluetas fotográficas que sufrió daños ya ha sido sustituida por otra idéntica y la entidad pretende cambiar la otra en los próximos días.

Los vecinos y el Ayuntamiento cruzan los dedos para que el servicio de seguridad pueda hacer su función y no se tenga que lamentar de nuevo ningún acto incívico en el municipio.